En Colombia existe una cifra que, pese a no ser nueva, sigue generando inquietud cada vez que se menciona: 11 generaciones. Ese es el tiempo estimado para que los hogares más pobres del país puedan alcanzar un nivel de ingresos medios comparable al promedio de los países de la OCDE. El dato, basado en estudios de movilidad social del organismo, expone una problemática que trasciende gobiernos y ciclos económicos.
Aunque la cifra proviene de análisis publicados por la OCDE, su vigencia permanece intacta debido a la lenta reducción de las brechas sociales. El contraste con el promedio de las naciones del bloque, donde se estiman 4,5 generaciones, deja en evidencia un rezago estructural que no se resuelve con crecimiento económico aislado.
La pregunta que persiste es cómo un país con avances macroeconómicos puede mantener una movilidad social tan limitada. Las respuestas aparecen al observar los factores que moldean la vida de las familias en situación de pobreza: desigualdad, baja productividad, brechas educativas y oportunidades que no alcanzan a extenderse hacia la base social.
Movilidad social en Colombia: qué revela la OCDE
Según los estudios de movilidad intergeneracional, Colombia encabeza el listado de países donde las familias más pobres tardan más tiempo en alcanzar niveles de ingresos medios, superando incluso a Brasil, que requeriría alrededor de 9 generaciones. Esta medición se realiza tomando al 10 % más pobre de cada país y evaluando cuántos ciclos familiares debe transcurrir para llegar al ingreso promedio nacional.
La movilidad social baja implica que las condiciones socioeconómicas de nacimiento determinan, en gran medida, las posibilidades de ascenso. En Colombia, las brechas en educación, salud, acceso laboral y calidad de vida forman una estructura difícil de romper, lo que prolonga la permanencia de las familias en la pobreza.
Desigualdad y falta de políticas efectivas: causas del rezago colombiano
Los estudios de la OCDE coinciden en que la desigualdad económica y educativa es uno de los principales frenos a la movilidad social en Colombia. La falta de acceso a formación de calidad y la baja creación de empleo formal impiden que los hogares vulnerables puedan mejorar su posición en el tiempo.
A esto se suma que las políticas sociales han tenido dificultades para generar transformaciones sostenidas. La inversión insuficiente en el aparato productivo, el bajo crecimiento de la productividad y la concentración de oportunidades mantienen a gran parte de la población atrapada en un ciclo que se repite generación tras generación.