

La reforma propuesta al sistema de emisión de la licencia de conducir busca transformar el documento en un privilegio condicionado a pruebas teóricas y prácticas más estrictas. La medida, impulsada por cambios normativos y la creación de Centros de Apoyo Logístico de Evaluación (CALE), pretende certificar de forma independiente la aptitud de quienes conducen en Colombia.
El procedimiento actual, en el que los Centros de Enseñanza Automovilística (CEA) certifican a los aspirantes, podría sumar un intermediario externo que valide conocimientos y destrezas. La intención oficial es reducir la siniestralidad y garantizar que la conducción sea ejercida por personas con competencias demostradas.
Cómo cambiará el trámite
Bajo el nuevo modelo, el aspirante deberá registrarse en el RUNT, completar la formación obligatoria y obtener las certificaciones médicas habituales; luego inscribirá su examen en un CALE para presentar una prueba teórica de 30 preguntas aleatorias sobre normas y comportamientos en carretera.

La evaluación práctica incluirá maniobras en pista cerrada para las categorías de motocicletas y vehículos ligeros, y pruebas en vía para el resto. Este diseño busca homogeneizar criterios y evitar aprobaciones sin garantía de aptitud real.
Voces y argumentos detrás del cambio
Iván García, director de la Cámara de la Industria de Motocicletas de la ANDI, defendió la creación de un organismo evaluador independiente y dijo: “Hemos solicitado la implementación de un organismo evaluador independiente como para hacer pruebas teóricas y prácticas que certifiquen la idoneidad de los conductores.” García sostiene que modelos en Estados Unidos y Europa muestran mejores estándares de aprobación.
La Agencia Nacional de Seguridad Vial (ANSV) respalda la iniciativa. “Con nuevos exámenes teóricos y prácticos buscamos asegurar que las personas tengan los conocimientos, habilidades y actitudes necesarias para conducir con responsabilidad y así reducir la siniestralidad”, dijeron sus directivos.

Impacto social y económico
Los promotores insisten en que el objetivo no es prohibir, sino elevar la calidad del acceso: según la ANDI, más de una tercera parte de conductores circula sin licencia y la medida pretende regularizar ese segmento sin aumentar costos.
Desde la industria se advierte la necesidad de que el cambio sea accesible: “Hay que fortalecer los sistemas pero hacerlo a un costo que sea razonable para un país en vía de desarrollo”, afirmó Iván García. La viabilidad del plan dependerá ahora del apoyo y la ejecución por parte del Ministerio de Transporte.











