

El nombre del presidente Gustavo Petro aparece una y otra vez en los registros de la Comisión de Investigación y Acusación de la Cámara de Representantes. No se trata de un solo proceso ni de una denuncia aislada, sino de un volumen que despierta interrogantes en el escenario político colombiano.
Las cifras, conocidas a partir de un derecho de petición, ubican al actual jefe de Estado en una posición singular frente a sus antecesores. Más de un centenar de expedientes reposan en el organismo encargado de investigar a los aforados constitucionales, un dato que por sí solo marca un precedente.
Detrás de ese número hay señalamientos de distinta naturaleza, denuncias presentadas por ciudadanos y organizaciones, y un debate recurrente sobre el alcance real de la Comisión. El detalle completo de los procesos no es menor, pero tampoco es lo único que explica el peso político del asunto.
Gustavo Petro y los 110 expedientes en la Comisión de Acusaciones
De acuerdo con la información oficial, Gustavo Petro suma 110 expedientes activos, lo que lo convierte en el presidente con más denuncias en la Comisión de Investigación y Acusación. Las quejas abarcan desde presuntas irregularidades administrativas hasta señalamientos por conductas políticas y uso de recursos del Estado.
Entre los motivos figuran denuncias por participación indebida en política, supuestos errores en actos de posesión, pronunciamientos que habrían derivado en hostigamiento y cuestionamientos por políticas relacionadas con el sector de hidrocarburos. También aparecen referencias a presuntas actuaciones frente a protestas y a la conducta de funcionarios públicos.
Este volumen de expedientes no implica decisiones de fondo ni condenas, pero sí refleja el nivel de conflictividad política que rodea al Gobierno. La Comisión de Acusaciones actúa como filtro inicial y muchos de estos procesos permanecen en etapa preliminar.
Expresidentes, denuncias y el rol de la Comisión de Investigación
El contraste con los expresidentes es marcado. Iván Duque registra 27 expedientes, seguido por Juan Manuel Santos con 20. Más atrás aparecen Álvaro Uribe con nueve procesos, mientras que Andrés Pastrana y Ernesto Samper cuentan con una denuncia cada uno.
En el caso de Santos, los expedientes están relacionados con presuntas irregularidades contractuales y financiación de campañas, mientras que contra Duque figuran denuncias por presunto desprestigio, el caso Pegasus y operaciones empresariales. Cada proceso está asignado a distintos representantes investigadores.
Más allá de los nombres, el debate vuelve siempre al mismo punto: la efectividad de la Comisión. Voces como la de Pablo Bustos, de la Red de Veedurías de Colombia, sostienen que el organismo arrastra una historia de inacción frente a los altos funcionarios. Una discusión que, una vez más, queda abierta en el centro del poder político colombiano.









