

En Colombia, losinquilinos de locales comercialesque han permanecido más de dos años en un mismo establecimiento cuentan con un derecho poco conocido pero altamente beneficioso: pueden renovar su contrato sin aceptar aumentos injustificados.
Aunque el título puede parecer alarmante, no ha desaparecido ninguna ley: lo que está "muerto" para muchos arrendadores es el mito de que pueden subir el arriendo cuando quieran.
¿Qué es el derecho de renovación?
Según el Código de Comercio, todo arrendatario que lleve más de dos años alquilando el mismo local y haya mantenido su actividad comercial tiene derecho a la renovación automática del contrato, lo cual impide que el arrendador imponga nuevos valores sin acuerdo previo.
Este beneficio no solo ofrece estabilidad al inquilino, sino que también frena aumentos desproporcionados que podrían afectar gravemente las finanzas de un pequeño o mediano comerciante.

¿Por qué el derecho de renovación es tan importante?
- Evita aumentos arbitrarios: si no hay consenso entre arrendador e inquilino, el canon de arriendo se mantiene igual.
- La negociación es obligatoria: el propietario no puede subir el precio de manera unilateral.
- Protección legal garantizada: el contrato se prorroga bajo las mismas condiciones si no hay acuerdo.
- No se puede renunciar: por ley, ninguna cláusula contractual puede invalidar este derecho.

¿Cuánto dinero pueden ahorrar los inquilinos?
Evitar un incremento injustificado puede representar millones de pesos de ahorro al año, sobre todo en zonas comerciales donde el metro cuadrado es costoso y los propietarios intentan ajustar los valores a discreción.
Este derecho se convierte, entonces, en una herramienta poderosa para proteger la continuidad de los negocios y mantener un arriendo estable sin sobresaltos económicos.
¿Qué pasa si el propietario quiere desalojar al inquilino?
La ley es clara: no se puede desalojar al arrendatario sin causa legal justificada. El simple hecho de no aceptar un aumento no es suficiente. Además, si el propietario se niega a negociar, el inquilino puede acudir a un juez, quien evaluará el caso y determinará un valor justo a través de un peritaje especializado.













