La noche del martes 23 de diciembre, un nuevo hecho de violencia sacudió a Barranquilla. Un ataque armado en plena vía pública terminó con la vida de dos hombres que se encontraban realizando labores de cobro de dinero, en un episodio que volvió a encender las alertas por la inseguridad en la capital del Atlántico.
El hecho ocurrió cerca de las 9:40 de la noche, cuando el sector donde se encontraban las víctimas mantenía su dinámica habitual. En cuestión de segundos, la calma se rompió tras la llegada de una motocicleta con dos ocupantes, quienes interceptaron a los hombres y abrieron fuego sin pronunciar palabra.
Quiénes eran las víctimas del ataque
Según información compartida por Semana, las víctimas eran Javier Enrique Soto Rodríguez, de 35 años, y Kenny De la Hoz Jung, de 48. Ambos se desempeñaban como cobradores informales y habrían llegado al lugar para exigir el pago de una deuda.
Los atacantes dispararon en repetidas ocasiones. Soto Rodríguez recibió múltiples impactos de bala, mientras que De la Hoz Jung fue herido varias veces. Debido a la gravedad de las lesiones, los dos hombres murieron en el sitio, ante la mirada de residentes del sector.
Una mujer resultó herida durante el tiroteo
En medio del ataque, una mujer de 49 años, identificada como Sugeidys Milena Palacio Padilla, resultó herida por proyectiles que la impactaron en una pierna y uno de sus brazos. La mujer, que se encontraba dentro de una vivienda cercana, fue trasladada a un centro asistencial, donde recibió atención médica.
Tras el ataque, los responsables escaparon rápidamente del lugar y hasta ahora no han sido capturados. Unidades de la Policía Metropolitana iniciaron las primeras labores de investigación para reconstruir la ruta de huida y recopilar testimonios.
La hipótesis principal: extorsiones y amenazas previas
Las autoridades confirmaron que ninguna de las víctimas registraba antecedentes judiciales. La principal línea de investigación apunta a un posible ajuste de cuentas relacionado con extorsiones, una práctica criminal que afecta a distintos oficios informales en la ciudad.
De acuerdo con las primeras hipótesis, los dos hombres habrían recibido amenazas previas por parte de una organización delincuencial que les exigía el pago de una cuota para permitirles continuar con su actividad económica. Al no acceder a esa exigencia, se habría ordenado el ataque.
El caso permanece en etapa de indagación y las autoridades continúan recopilando información para esclarecer los hechos y dar con los responsables del doble homicidio.