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Existe una infusión perfecta para tomar antes de irte a dormir que, además de ofrecer propiedades antiinflamatorias, también ofrece beneficios para el cuidado de la piel.
Los beneficios de consumir té blanco justo antes de dormir, según la los expertos de Mejor Con Salud, son varios. ¡Descubrilos acá!
Beneficios del té blanco: es antiinflamatorio y mejora la piel
El té blanco, rico en polifenoles antioxidantes, puede combatir el estrés oxidativo y reducir el riesgo de enfermedades crónicas, entre otras propiedes.
Asimismo, consumir una infusión antes de acostarte te brinda calidez, sobre todo para estos climas fríos, y relajación. También facilita la digestión, lo cual ayuda a tener un descanso reparador.
Entre sus beneficios destacados se encuentra su capacidad paramejorar la calidad de la piel, retardando su envejecimiento prematuro. Estudios sugieren que el té blanco posee propiedades antiinflamatorias, lo que lo convierte en un aliado contra la inflamación crónica y diversas enfermedades inflamatorias como la artritis y la psoriasis.
Sus propiedades antioxidantes y antiinflamatorias trabajan en conjunto para proteger la piel, reduciendo la inflamación de los tejidos y contrarrestando los efectos negativos de los radicales libres, responsables del envejecimiento prematuro de la piel.
Además, es muy bueno para promover la salud del corazón al prevenir enfermedades cardiovasculares. También ayuda a la quema de grasa, ya que activa el metabolismo.
¿Cómo preparar té blanco?
Preparar té blanco es un proceso sencillo que requiere unos pocos pasos. Acá te dejamos una guía básica para prepararlo:
- Herví agua. Es importante no dejar que el agua hierva demasiado tiempo, ya que esto puede afectar el sabor delicado del té blanco.
- Coloca una cucharadita de té blanco en una taza, tetera o infusor. Podés ajustar la cantidad según tu preferencia de intensidad para el sabor.
- Vertí el agua caliente sobre las hojas de té en la taza o infusor.
- Asegurate de cubrir completamente las hojas y dejá que se infundan durante unos 3-5 minutos. Evitá dejarlo demasiado tiempo para evitar un sabor amargo.
- Si utilizaste un infusor, retiralo de la taza. Si no, podés colar el té mientras lo servís en otra taza. Ahora está listo para ser disfrutado. En verano, podés dejarlo enfriar para disfrutarlo como té helado.