En la orilla, Rafael Chirbes (Anagrama)

El hallazgo de un cadáver en el pantano de Olba pone en marcha la narración. Su protagonista, Esteban, se ha visto obligado a cerrar la carpintería de la que era dueño, dejando desempleados a los que trabajaban para él.

Mientras se encarga de cuidar a su padre, enfermo en fase terminal, Esteban indaga en los motivos de una ruina que asume en su doble papel de víctima y de verdugo, y entre cuyos escombros encontramos los valores que han regido una sociedad, un mundo y un tiempo.

La novela nos obliga a mirar hacia ese espacio fangoso que siempre estuvo ahí, aunque durante años nadie parecía estar dispuesto a asumirlo, a la vez lugar de uso y abismo donde se han ocultado delitos y se han lavado conciencias privadas y públicas. Heredero de la mejor tradición del realismo, el estilo de "En la orilla" se sostiene por un lenguaje directo y un tono obsesivo que atrapa al lector desde la primera línea volviéndolo cómplice.

Memorial del engaño, de J. Volpi (Alfaguara)

"Sí, yo defraudé a un centenar de inversionistas. Sí, entre ellos había fondos de pensiones, universidades, hospitales. Sí, engañé a mis amigos, puse en riesgo a mis socios y a mi familia. Sí, soy un monstruo, un peligro para la sociedad. Pero quienes me señalan con sus índices flamígeros mientras contemplan el skyline de Manhattan no son mucho mejores".

El 17 de septiembre de 2008, dos días después de que se declarase la quiebra de Lehman Brothers, J. Volpi, uno de los genios financieros y mecenas de la ópera más respetados de Nueva York, abandonó intempestivamente sus oficinas de JV Capital Management. Ese mismo día las autoridades lo acusaron del desfalco de 15 mil millones de dólares, cifra considerablemente menor que los 65 mil millones de Bernard Madoff pero suficiente para acreditarlo como otro de los grandes criminales financieros de nuestra era.

Tras un áspero proceso judicial, en 2013 se publicó en Estados Unidos Memorial del engaño, la supuesta autobiografía enviada por J. Volpi a un agente neoyorquino. Con un tono que revela el cinismo propio de los "amos del universo" que lucraron sin límites durante la burbuja inmobiliaria, este libro es el recuento en primera persona de cómo una pléyade de expertos financieros, inversionistas, reguladores y políticos -y varios premios Nobel de Economía- orquestó una de las mayores catástrofes económicas de todos los tiempos.

A diferencia de otras confesiones surgidas al calor de la crisis, Memorial del engaño es una poderosa historia de familia que adquiere los tintes de una novela negra. A la par de sus propias mentiras, J. Volpi devela las de su padre, un empleado del Departamento del Tesoro que durante la Segunda Guerra Mundial se desempeñó como asistente de Harry Dexter White, el creador del Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial. Al término del conflicto, los dos hombres fueron acusados de pertenecer al mismo círculo de espías comunistas.

Entre un engaño y otro, este libro singular nos conduce de los secretos de alcoba de Wall Street al grupo de agentes soviéticos que fraguaron el capitalismo moderno, en un escalofriante catálogo de las duplicidades que anidan en el corazón del ser humano.

Imitación de Guatemala, de Rodrigo Rey Rosa (Alfaguara)

Reunidas en un único volumen, cuatro novelas breves de Rey Rosa: una lección de literatura

Rodrigo Rey Rosa nos adentra en un universo que hoy trasciende las fronteras de Guatemala, pues, en palabras del autor, "todo el mundo es un lugar violento". En estas cuatro novelas policiales escritas entre 1995 y 2006, Que me maten si..., El cojo bueno, Piedras encantadas y Caballeriza, demuestra además su magistral manejo del suspenso.

Las matanzas de indígenas en las montañas y el tráfico de niños, el recuerdo de un secuestro, el atropello de una criatura por un conductor que se da a la fuga y la quema de un establo durante una fiesta ecuestre son sólo el punto de partida de estas cuatro historias, "tetralogía narrativa" que marca un hito en la literatura latinoamericana contemporánea.

Diario de la hamaca paraguaya, de Lila Zemborain (Beatriz Viterbo)

Mecerse en el litoral. Una red diaria de pesca en fibras anudadas. La hamaca paraguaya. Allí donde Lila Zemborain habla en otro acento, hace perder en el movimiento de la escritura historias condensadas en fundaciones.

Geologías que ahora navegan en el barco inmóvil de un columpio que no revela ningún pasado; desordena, deforma la gramática de esa lengua que las naciones familiares normalizan.

Lila recorre latitudes en un idioma que resiste a ser representado. Lila escribe el miedo. El miedo de la palabra traición a ese vaivén que dice: la escritura es mía, como si dijera mío es el cuerpo. Una imaginación radical disuelve propiedad y dominio, inventa una nueva forma de desdecir la pertenencia.

Pensar la lengua en términos de luz donde no sólo hablan las aguas y los animales, sino también los árboles. La hamaca que se adjetiva paraguaya no hace referencia a un gentilicio, nombra la voz como quien pronuncia árbol o cedro que, en guaraní, literalmente significa el fluir de la palabra.

Y el destino es un alumbramiento entre aguas vivas. Agitar en el movimiento la sensación que languidece y no vuelve a su origen. Tomar impulso, abandonar la lengua de crianza. Rumiar. Irse por las ramas.

Barba Azul, de Amélie Nothomb (Anagrama)

Como en la fábula de Charles Perrault, en el "Barba Azul" de Nothomb hay un ogro seductor y misterioso, un castillo y una habitación secreta. Saturnine es una hermosa joven que acude impaciente a una cita para alquilar una habitación en París.

El propietario de la mansión es un aristócrata español amante de la buena cocina y ávido lector de las actas de la Inquisición, pero también de los textos del místico Ramon Llull. Antes de la bella Saturnine, otras ocho mujeres le alquilaron una habitación y desaparecieron en misteriosas circunstancias.

Como en los mejores cuentos de hadas, en esta fantasía siniestra la autora dosifica humor y horror, pervirtiendo y subvirtiendo la fábula en la que se inspira.

Chicas muertas, de Selva Almada (Literatura Random House)

Una no ficción atípica que combina percepciones y recuerdos personales con la investigación de tres femicidios en el interior de la Argentina durante la década del 80 y que revelan, de modo sutil, la ferocidad del machismo y la indefensión de las mujeres pobres.

Tres asesinatos entre los cientos que no alcanzan para titulares de tapa ni convocan a las cámaras de los canales de Buenos Aires. Tres casos que llegan desordenados: los anuncia la radio, los conmemora un diario de pueblo, alguien los recuerda en una conversación.

Tres crímenes ocurridos en el interior del país, mientras la Argentina festejaba el regreso de la democracia. Tres muertes sin culpables. Convertidos en obsesión con el paso de los años, estos casos dan lugar a una investigación atípica e infructuosa. La prosa nítida de Selva Almada plasma en negro lo invisible, y las formas cotidianas de la violencia contra nenas y mujeres pasan a integrar una misma trama intensa y vívida. Con este libro, la autora abre nuevos rumbos a la no ficción latinoamericana.

Cocinar, de Michael pollan (Debate)

La gastronomía ocupa un lugar cada vez más importante en la vida cotidiana, en la que veneramos a los chefs famosos y disfrutamos con los reality shows sobre cocina. Y a pesar de eso, y aunque tenemos acceso a ingredientes frescos llegados de todos los rincones del mundo, año tras año nos hundimos más y más en las tierras pantanosas de la comida procesada.

El maravilloso libro de Michael Pollan es un alegato a favor de las virtudes y los valores de cocinar, una actividad esencial que se remonta a los orígenes de nuestras culturas, nos define como seres humanos, configura un momento familiar y produce placer. Pollan nos explica los fundamentos de la cocina a partir de los principios más básicos y de los distintos tipos de transformación de la comida a través de los cuatro elementos: agua, fuego, tierra y aire.

Cocinar es una divertida invocación a los lectores para que tomen el control de su propio destino, y vuelvan a ser capaces de divertirse con el mágico poder de la cocina. Porque cocinar puede transformar el modo en el que nos vemos a nosotros mismos y a nuestra familia y amigos.

Novela, de Arnaldo Calveyra (Adriana Hidalgo)

Arnaldo Calveyra es fundamentalmente un poeta, pero como explicó en una entrevista, no hay límites para la creación “cuando lo que uno de veras busca es una suerte de incandescencia de la palabra que se vuelve palabra poética, palabra en un poema. Yo siempre digo en broma que llegué tarde al reparto de géneros”.

He aquí una nueva, luminosa entrega del arte sin géneros de Calveyra, que lleva el nombre de Novela y uno de cuyos “capítulos” comienza así: ¡Qué lástima!, en la pieza de al lado hacían el amor y yo estaba solo en mi cama a oscuras. Mientras la mujer se quejaba me levanté a tientas, encontré una manzana y me puse a morderla en lo oscuro de miedo a que si encendía la luz no fuera a golpearles la mampara.

“No molestar a los amantes, no brutalizar a los amantes”..., ¡excelente perspectiva!, y seguí mordiendo sin hacer caso de las semillas. Era una idea que me quedaba de la más tierna infancia, desde aquel tiempo en que había que pasar, primero sin darse vuelta y, segundo, sin sorprenderse, sea en el campo, sea en los parques de la ciudad en verano. Estaba solo: era tan cierto como que hasta recién había estado molido de cansancio.

Comencé a auscultarme: envidia no era, “cada cual tiene la noche que puede”, me dije, “o, en su defecto, hay una noche para cada cual”, “o a lo mejor Dios da pan al que no tiene dientes”, aunque era evidente que no: el largo lamento seguido por la desesperación irremediable de alguien que se está quemando, interrumpido por las canillas sirvientas, me contradecían hasta el tuétano. No, no era verdad, ni yo ni nadie hubiera sido capaz de hacerlo mejor.

Nuestros Huesos, de Marcelino Freire (Adriana Hidalgo)

Nuestros huesos es la primera novela del gran narrador brasileño Marcelino Freire, reconocido hasta ahora como cuentista y por ser el creador de la “Balada Literária”, festival que desde 2006 se lleva a cabo en la ciudad de San Pablo.

El narrador de este intenso relato, Heleno de Gusmão, es un dramaturgo de éxito, de unos sesenta años, que intenta rescatar de la morgue el cuerpo de un joven amante misteriosamente asesinado, para llevarlo de vuelta a su familia, que vive en el nordeste, en el interior de Pernambuco.

A partir de allí, al mismo tiempo que Heleno comienza un viaje interior por su propia vida, se inicia un periplo detectivesco, escrito con una gran musicalidad y belleza, por el cual desfilan una serie de personajes conflictuados, que padecen la soledad y que en conjunto componen un cuadro del submundo de la gran ciudad.