

Sombrero , chaleco y botas, anteojos bien grandes y guitarra en mano. Como un vaquero, pero del lejano sur. Lisandro Aristimuño eligió “Anfibio”, la canción que abre justamente “Mundo anfibio”, su último disco, para cerrar su gira 2013 en el Teatro Gran Rex.
Se lo notaba nervioso. Entonces, como un exorcismo, ni bien terminó el primer tema discurseó sobre el “respaldo”, eso que sirve para “descansar la espalda”. Para él eso se llama “Los azules turquesas”, su “adorada” banda, su “gran familia”. El juego de palabras siguió y apareció su “en frente”: ese millar de personas que por segundo día consecutivo llenó una de las salas más grandes del país para escucharlo. El agradecimiento aquí vino envuelto con un picadito por canciones de todos sus discos. La noche se prestaba: era el cierre de la gira y el comienzo de su celebración de sus 10 años con la música.
“Por donde vayan tus pies” (también de “Mundo Anfibio”) y “Azúcar de del estero” (del disco “Las crónicas del viento”) fueron en punta. El concierto “random” siguió, así, en “aleatorio”. Un viaje desde su debutante trabajo “Azules turquesas” a la actualidad.
Aristimuño y gran elenco
Pero el arbolito de Aristimuño tenía más regalos. El desfile de invitados empezó con Alfonso Barbieri y Jimena López Chaplin para cantar “Me hice cargo de tu luz”.
Siguió con el chileno Nano Stern, quien con su violín lo acompañó en la muy chacarereada “Mi memoria”. Ovacionado de pie, se convirtió en el músico a googlear al día siguiente del concierto. Un hallazgo. Como no tiene discos editados en Argentina, el anfitrión dejó entrever que será él quien con su propio sello, “Viento Azul” , se ocupe de esa tarea.
Liliana Herrero trajo más emoción. En “Tu nombre y el mío” la entrerriana fluyó libre para improvisar la versión original del tema. Piel de gallina generalizada, segunda ovación de pie. Las aguas de la sensibilidad no se aquietaron precisamente con el homenaje a Gustavo Cerati, con la porteña poesía de “Avenida Alcorta”.
Aristimuño alabó su propia inteligencia por ser un “gran ladrón” de cada género musical. Y entonces el desfile de músicos continuo: Jorge Araujo, Ernesto Snajer, Raly Barrionuevo y un final a puro rock con Fernando Ruíz Díaz (Catupecu Machu) para interpretar “Es todo lo que tengo”.
Más de dos horas y media de recital y la promesa de similar encuentro, el próximo año y en el mismo lugar.
Los azules turquesas
Leila Cherro (cello, coros); Lucas Argomedo (bajo, cello), Carli Aristide (Guitarra y charangos), María Laura Bertero (violín); Pablo Jivotovschi (violín), Martín Casado (batería) y Rocío Aristimuño (percusión y coros).













