

Un policía veinteañero, musculoso, amante del reggaetón y de ascendencia cubana llamado Néstor Camacho, es el personaje principal de la nueva novela del periodista y escritor norteamericano Tom Wolfe, 'Bloody Miami'. El agente es la pieza indispensable para hacer rodar todo el argumento tejido por la pluma del autor a medida que avanza el libro, en el que Camacho no hace otra cosa que cumplir con su deber. Pero esa vocación de servicio lo condena una y otra vez al desprecio de su familia, los medios y los políticos de turno.
Otro de los personajes destacados e inolvidables que crea Wolfe es el Dr. Norman Lewis, un psiquiatra de pequeña fama y gran engaño obsesionado con la adicción a la pornografía, que dice curar en sus pacientes, e incapaz de frenar sus deseos lascivos que tiene con su enfermera Magdalena. La joven cubana está empecinada en parecer inteligente, culta y "pertenecer" a la sociedad norteamericana, a pesar de que no entiende mucho el vocabulario y las únicas armas que posee para alcanzar su meta de aceptación social, son el escote y las minifaldas.
Edward T. Topping IV es un recién llegado a la ciudad y director del Miami Herald, el último reducto WASP, siglas en inglés para 'blanco, anglosajón y protestante', de los medios de Miami. Alter ego del autor, el personaje se siente amenazado desde el primer momento ante el desparpajo que los latinos despliegan en la ciudad, aunque su futuro laboral al frente del diario dependerá exclusivamente de uno de ellos.
"Quise destapar un Miami invisible de otro modo", aclara Tom Wolfe sobre los motivos de la escritura de la novela en los agradecimientos. También cuenta que para escribirla realizó varias visitas la ciudad, pero no estaba interesado a las playas, shoppings o los epicentros fashion. Nada más lejos. El autor, nacido Richmond (Virginia) y padre del Nuevo Periodismo, buscó personajes e historias locales, de esas que se cuentan oralmente y las recibió de mano de policías, médicos, amigos y hasta se subió a una lancha patrulla de la policía marítima.
Fruto de esas visitas, y ocho años después de publicar su último libro, el padre del Nuevo Periodismo allá por la década de 1960, entrega a los lectores 'Bloody Miami', una novela donde explora las tensiones sociales que se dan entre las nacionalidades que coparon en sucesivas oleadas migratorias la tradicional ciudad turística norteamericana.
En la crítica visión de Wolfe, Miami dejó de ser la ciudad-paraíso para los blancos norteamericanos. Los llamados WASP (de la que Wolfe es parte) perdieron definitivamente el control de su propio territorio a manos de los cubanos, que controlan políticamente la ciudad.
Además, la comunidad cubana también ingresó a trabajar en buen número a las fuerzas del orden, hecho por el que se ganaron la desconfianza, y en algún caso el odio de los rusos, sudamericanos, haitianos o afroamericanos, por lo que la confrontación está en el aire y cualquier chispa puede encender la xenofobia y provocar estallidos sociales.
Mafias varias, pandilleros haitianos, periodistas y políticos oportunistas se agitan en una ciudad dividida y completan la orquesta de personajes que Wolfe creó al servicio de otra obra que, junto a 'La Hoguera de las vanidades', tiene en la incorrección política la melodía que da movimiento, cohesiona y entretiene al lector con vitalidad a lo largo de sus 600 páginas.













