

El presidente de la Federación de Industrias del Estado de San Pablo (Fiesp), Paulo Skaf, fue reelecto por otros cuatro años al frente de la entidad. El empresario consiguió 121 votos de los 123 presidentes de organizaciones que integran la Fiesp.
Skaf no desestimó la posibilidad de abandonar el puesto para competir por un cargo público en los próximos años, en una rueda de prensa, luego de confirmarse su reelección el lunes.
En el ámbito político se especula con que el empresario podría disputar la alcaldía de San Pablo el año próximo o intentar nuevamente el gobierno del estado de San Pablo en 2014.
“La industria defiende la democracia. El sector productivo no tiene vergüenza de vincularse a la política. Mi intención por ahora es quedarme aquí, cumplir el mandato, pero si en ese período la industria me convoca para alguna misión, por ejemplo, en 2014, resolveré en 2014”, afirmó Skaf.
El presidente de la Fiesp dio señales de que analiza migrar del Partido Socialista Brasileño (PSB) al Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB). Para eso mantendrá en las próximas semanas un encuentro con caciques pemedebistas, como el vicepresidente Michel Temer.
“No tengo razones para cambiar en este momento porque no estoy militando. Pero en la política y en la vida todo es muy dinámico. No estoy diciendo que sea imposible un cambio partidario”, señaló.
Sobre los planes para los próximos cuatro años al frente de la Fiesp, Skaf dijo que la gestión comienza concentrada en discutir una agenda en común con el gobierno nacional y del estado de San Pablo, por medio de reuniones con ministros, secretarios y las bancadas de diputados.
Además, prometió más misiones internacionales y una mayor integración con otras entidades empresariales. Según Skaf, la elección para el tercer mandato representa la confianza de la industria después de una gestión marcada por acciones en el área institucional y educacional.
El presidente de la Fiesp también comentó la visita de la presidenta Dilma Rousseff a China. Dijo que espera que Brasil no reconozca al país asiático como una economía de mercado. También defendió que Brasilia amplíe la oferta de productos elaborados que envía a Pekín.










