

El número de trabajadores tercerizados en empleos formales se duplicó en siete años en el estado de San Pablo, según el informe Trayectorias de la Tercerización, del Sindicato de Empleados en Empresas de Prestación de Servicios a Terceros (Sindeepres).
Entre 2003 y 2010 (dato más reciente tomado por el estudio), la cantidad de empleados creció de 346.700 a 700.200. En igual período, el número de empresas de tercerización aumentó 65%, alcanzando a 5.346 el año pasado.
Para Marcio Pochmann, presidente del Instituto de Investigación Económica Aplicada (Ipea) y coordinador del informe, la estabilidad monetaria del país desde la creación del Plan Real en 1994, garantizó la expansión de empresas tercerizadas.
El avance de esa modalidad recibió además el estímulo de la reducción en los costos de contratación y de un enunciado del Tribunal Superior de Trabajo, de 1993, que definió a los sectores en los que se podía tercerizar la mano de obra y concedió seguridad jurídica a las empresas.
Pero la participación de los tercerizados entre los nuevos puestos formales de trabajo abiertos en el estado presenta una curva de caída desde el año 2000, y hoy equivale a 13,2% del saldo líquido de los nuevos empleos.
En tanto, el salario promedio deflacionado (sin contar la inflación) de los trabajadores tercerizados no varió mucho en los últimos años, como tampoco cambió su relación con el sueldo promedio real del conjunto de los ocupados formales en el estado de San Pablo. Entre el 2000 y el 2010, los valores deflacionados pasaron de R$ 881,90 a R$ 972,40, lo que representa un aumento de 10,2% en diez años. El aumento del salario mínimo tiene influencia directa en ese crecimiento, porque tiene más impacto en los sectores que pagan menos, dijo Pochmann.
Según el estudio, el cambio en el perfil del trabajador tercerizado también afectó el promedio salarial real. La tercerización perdió fuerza en los sectores que exigen mano de obra menos calificada, como en limpieza y seguridad, y ganó espacio en otros, como entre bancarios y en la industria textil, afirmó Pochmann.
A pesar de ese aumento en los salarios, los trabajadores tercerizados están lejos de recibir lo que se paga a los empleados formales en general, al menos en San Pablo. Su salario promedio real representó 53,6% del promedio recibido por el conjunto de los trabajadores formales en ese estado. Desde 1985, primer dato analizado por el estudio, en el año 1994 fue cuando esa relación resultó más favorable a los tercerizados: 55%.










