Los desembolsos del Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social (BNDES) de Brasil al sector de caña de azúcar cayeron 13% en el primer semestre de este año. De enero hasta el pasado lunes se liberaron R$ 2.900 millones para proyectos en ese segmento, frente a los R$ 3.360 millones de igual intervalo de 2010.

Con condiciones de intereses menos ventajosas que el año pasado y pocos proyectos nuevos entrando en cartera, el banco espera que los desembolsos lleguen a entre R$ 6.000 y R$ 6.500 millones hasta el final del año. En caso de confirmarse el pronóstico, la retracción será de 14% a 21% en relación al excepcional año de 2010, cuando el BNDES liberó R$ 7.600 millones para el sector de caña de azúcar.

El jefe del Departamento de Biocombustibles del banco, Carlos Eduardo Cavalcanti, contó que el año pasado la tasa de interés del Programa de Sostenimiento de la Inversión (PSI) varió de 5,5% a 6,5%, condición que se mantuvo en vigor hasta el 31 de marzo de este año. El primero de abril la tasa subió considerablemente a 8,7%, lo que puede haber desestimulado para de la demanda.

Además de eso, buena parte del dinero liberado este año y el anterior se refieren a pedidos antiguos, algunos previos a la crisis. Los más recientes tienen que ver con pequeños proyectos de mejoras industriales y agrícolas, compra de máquinas e implementos para la mecanización de la colecta. De los R$ 7.600 millones que liberamos en 2010, en torno de R$ 4.000 millones fueron a proyectos con ese perfil, realizados indirectamente, es decir a través de bancos que operan con el BNDES, dijo Cavalcanti.

En 2011, además de ese tipo de demanda, también creció la búsqueda de proyectos de cogeneración de energía a partir del bagazo de caña. La institución liberó R$ 430 millones para este tipo de proyecto, muy por encima de los R$ 150 millones del primer semestre de 2010.