

El perjuicio de R$ 95 millones que registró el sector de abastecimiento de la empresa estatal brasileña Petrobras en el primer trimestre del año fue consecuencia directa de la ausencia de traspaso al mercado doméstico de los precios practicados en el mercado internacional de crudo.
Para el director financiero y de relaciones con inversores de Petrobras, Almir Barbassa, la estructura de compra de materia prima para abastecimiento hizo que el efecto de alza de los precios internacionales recaiga sobre el abastecimiento, porque el segmento de exploración y producción (E&P) repasa el petróleo por el costo internacional para el refino. En los tres primeros meses del año pasado, el abastecimiento había registrado un lucro de u$s 1.116 millones.
“De esa forma, el efecto queda en el abastecimiento y eso existirá mientras la diferencia siga ocurriendo en el mercado internacional”, dijo Barbassa, recordando que, en el primer trimestre, los precios del barrio de petróleo tipo Brent subieron 37%. “Si hubiera una tendencia a la estabilidad del precio internacional, puede por la política, ir a un reajuste (de los derivados). Si se mantiene la incerteza (en el mercado internacional), el resultado del abastecimiento reflejará esa inestabilidad”, agregó.
Para el gerente general de abastecimiento de la compañía, Arlindo Moreira Filho, también hubo, sobre el resultado del abastecimiento, el efecto de los costos con la modernización de las refinerías. A pesar de eso, el determinante para el prejuicio del abastecimiento fue la diferencia entre los precios internacionales del petróleo y los valores cobrados internamente.
“El costo de materia prima tiene peso determinante. Es un sector (la refinería) de estrecho margen de ganancia que trabaja con base en el precio de los derivados”, señaló Moreira Filho.
El director financiero de la compañía evitó hacer cálculos sobre cuánto podría haber ganado la empresa en caso de que la suba de los precios del petróleo se hubiera repasado al mercado doméstico de derivados.
“Petrobras practica política de precios que consiste en no transferir volatilidad al mercado doméstico. Hacer cálculos de cuanto más ganaría, no tiene mucho sentido para nosotros”, destacó.
Barbassa señaló además que la postergación de la entrega del Plan de Negocios 2011-2015 no complica a la compañía. Según Barbassa, el consejo de administración apenas pidió “estudios de sensibilidad” sobre los proyectos, que no tienen plazo para concluirse.
“No vemos razón para eso (preocupación). Es una situación absolutamente normal que el consejo de administración quiera más informaciones sobre un proyecto con tanta importancia como el Plan de Negocios de la compañía”, afirmó.










