

Las obras de construcción del estado de Corinthians, escogido por la Confederación Brasilera de Fútbol (CBF) para abrir la Copa del Mundo de 2014, corre el riesgo de sufrir una paralización de las obras a fin de mes si no se logra un acuerdo sobre el modelo de financiamiento del emprendimiento. El impasse involucra a la constructora Norberto Odebrecht (CNO), responsable por la construcción del Estadio, y al Banco do Brasil (BB), que está en el negocio como agente del BNDES para el manejo de los R$ 400 milllones destinados a la obra, por medio del programa ProCopa Arenas.
Casi un año y medio después de iniciadas las obras, el estadio, también conocido como Itaquerão, aún ni recibió ningún real del BNDES a causa de divergencias sobre que tipo de garantía al CNO debe darse para obtener el financiamiento del banco. Después de una serie de encuentros entre representantes de la constructora y del BB -el más reciente con la mediación del ministro de Hacienda, Guido Mantega-, no se llegó a ninguna solución.
Segundo señalaron diversas fuentes a Valor, la obra sólo tiene recursos hasta fin de este mes. A partir de noviembre, si el préstamo del BNDES no sale, los trabajos se paralizarán.










