

BRASILIA –
El ministro de Comunicaciones de Brasil, Paulo Bernardo
, admitió que el impase en las negociaciones entre operadoras de telefonía y la administración de estadios del Mundial de Fútbol comprometerá la calidad del servicio ofrecido a los hinchas que irán a los partidos.
“Los estadios no quisieron hacer el acuerdo. Tuvimos ese problema en seis estadios donde las partes no se entendieron y el servicio será de peor calidad”, afirmó el ministro, al participar ayer de una audiencia pública en el Senado.
Los seis estadios que presentarán problemas en la telefonía móvil son el Itaquerão (San Pablo), Mineirão (Belo Horizonte), Arena da Baixada (Curitiba), Arena Pernambuco (Recife), Arena Castelão (Fortaleza) y Arena das Dunas (Natal).
En general, los contratos de alquiler de estadios para instalar equipamientos incluyen solo el servicio de celular. En esos casos, la tarea de ofrecer acceso a internet a través de la red fija sin hilo, con la tecnología Wi-Fi, está a cargo del propio estadio que cobra la parte por el acceso.
Bernardo afirmó que, donde se cerró el acuerdo, se cobraron R$ 2.500 por mes, en promedio, a las operadoras para que utilicen los espacios para la instalación de infraestructura de telefonía celular. “Nos enteramos de que había estadios que cobraban R$ 10.000 por mes”, dijo.
Según el ministro, no existe una legislación que obligue a los prestadores a ofrecer el servicio dentro de los estadios, ni que haga que liberen las áreas para la instalación de los equipamientos de telefonía celular. “Es un problema de naturaleza privada, no le cabe al poder público intervenir”, señaló.
Infraero también creó dificultades para la instalación de los servicios de telefonía en los aeropuertos, según Bernardo. La estatal cobró para instalar redes de tercera generación (3G) y quiere recibir más por el servicio de cuarta generación (4G).













