

La crisis que atraviesa la industria automotriz en Brasil no solo se expresa en las fábricas paradas o en los recortes de puestos de trabajo, sino también en la pérdida del status que ostenta Brasil en el ranking global del sector.
Además de perder con Alemania el cuarto lugar entre los mayores mercados automotrices del mundo, México superó al país entre los grandes productores globales de vehículos.
Entre enero y julio, México produjo 38.500 unidades más que Brasil, que de esa forma, cayó al octavo lugar en la lista de los principales centros de producción de automóviles del mundo. En la lista de los grandes mercados automotrices, Alemana consume ahora 33.000 vehículos más que los brasileños. En junio, los alemanes habían recuperado el cuarto puesto perdido hace cuatro años.
Si la caída en las ventas se atribuye a temas como el retiro de estímulos, restricciones de crédito y más endeudamiento de las familias, la pérdida de posición en el ranking de producción, además del escenario doméstico, se explica por la falta de competitividad de las automotrices brasileñas para acceder a nuevos mercados internacionales.
Mientras Brasil depende casi exclusivamente de la demanda de Argentina -hoy en crisis- para mejorar sus exportaciones, la producción de México se ajusta a la recuperación del mercado en Estados Unidos, con quien tiene un acuerdo de libre comercio. Como resultado, Brasil, aunque tiene un mercado interno más grande, se ubica detrás, por su producción, no solo de México, sino también de Corea del Sur e India.
Este año, con la fuerte caída del consumo argentino -destino de prácticamente cuatro de cada cinco autos embarcados por automotrices de aquí-, las exportaciones de vehículos producidos en Brasil retroceden más de 35%. Cuando a eso se suma la caída de 8,6% en el consumo doméstico el resultado es una contracción de la producción que supera el 17%, como relevaron los resultados divulgados el miércoles por Anfavea, la entidad que nuclea a las automotrices instaladas en Brasil.
En México, el mercado doméstico está prácticamente estancado -lo que también afecta a Brasil, ya que el país es el segundo destino de los autos brasileños. Sin embargo, la recuperación americana permitió que las automotrices mexicanas aumentaran la producción un 7,5%. Poco más de 83% de los vehículos fabricados en México se exportan.
Solo Estados Unidos absorbió 71,5% de las ventas externas de vehículos mexicanos, y, este año, están ampliando en casi 20% las importaciones de los automóviles de su socio en el Nafta. Canadá, el otro aliado en el bloque, absorbe, a su vez, poco más de 9% de las exportaciones de autos de México, de donde compra 22% más.









