

Las automotrices están reduciendo el ritmo de producción récord del año pasado para adecuar sus volúmenes al nuevo escenario de caída de las exportaciones a Argentina y acomodamiento del consumo doméstico. Los ajustes comenzaron a finales del año pasado cuando los fabricantes estiraron las vacaciones colectivas para normalizar stocks.
Los recortes continuaron con otras medidas, como paradas de la producción, eliminación de horas extras, más vacaciones colectivas y el alejamiento temporario de trabajadores.
Desde el mes pasado, al menos cuatro automotrices Volkswagen, Renault, Honda y Peugeot Citroen y tres fabricantes de camiones del cinturón fabril de San Pablo Mercedes-Benz, Scania y Ford están apretando el freno en las líneas de montaje.
Renault, que destina cerca del 20% de su producción a Argentina, disminuyó el ritmo del tercer turno en la fábrica de Sao José dos Pinhais (Paraná), la misma ciudad donde 150 trabajadores de Volkswagen
número que puede llegar a 300 se mantienen alejados, por al menos tres meses, de la producción.
En Porto Real, en el sur de Rio de Janeiro, Peugeot Citroen suspendió los contratos de trabajo de aproximadamente 600 operarios, para reducir la cantidad de trabajadores un 30% y de esa forma, cortar la producción en igual proporción.
Honda, a su vez, suspendió las horas extras que venían haciendo en los dos últimos años en Sumare, en el interior de San Pablo, para enfrentar el crecimiento de la demanda.
Números de Anfavea, la entidad que nuclea a las automotrices instaladas en el país, indican que la producción automotriz cayó 2,7% en el primer bimestre del año. Un total de 518.600 vehículos salieron de las fábricas en los primeros dos meses del año.
Con respecto a marzo, se prevé que los números sufrirán el impacto negativo del freno de la producción durante los feriados de Carnaval, las vacaciones colectivas de diez días en la planta de Volskwagen en San Pablo y nuevas interrupciones en la industria de vehículos pesados, aunque todavía no se divulgaron las cifras.










