

El Vaticano volvió a ser escenario de una ceremonia cargada de simbolismo y tradición. En un acto discreto, pero lleno de significado, el nuevo pontífice recibió un regalo especial que incorpora reliquias de cuatro importantes figuras de la Iglesia católica.
El objeto fue un regalo del Círculo de San Pedro, entregado al papa León XIV el día de su elección, el pasado 8 de mayo. Lo que parecía un gesto ceremonial adquirió una dimensión mucho mayor cuando se reveló que esta nueva reliquia contiene fragmentos óseos de santos venerados por el Papa.
Con esta incorporación, vuelve el lujo al Vaticano y el Obispo de Roma suma una nueva reliquia a su colección personal: una pieza única que refuerza la conexión espiritual con sus referentes eclesiásticos.

¿Qué reliquias recibió León XIV en su cruz pectoral?
Se trata de la cruz pectoral que ahora porta el Papa. Esta no es una más entre sus símbolos: en su interior guarda reliquias ex ossibus, es decir, fragmentos óseos de cuatro obispos canonizados o beatificados por la Iglesia.
- San León Magno, Papa y Doctor de la Iglesia, quien vivió entre los siglos IV y V.
- San Agustín, obispo de Hipona, figura clave en la teología cristiana.
- Santo Tomás de Villanueva, arzobispo de Valencia del siglo XVI.
- Beato Anselmo Polanco, obispo de Teruel y mártir durante la Guerra Civil Española.
Este gesto responde al deseo del Papa de encomendar su pontificado a la protección de estos ilustres pastores, especialmente a San León Magno, con quien comparte nombre y legado.

¿Cómo fue creada esta cruz con reliquias sagradas?
Para dar forma a este relicario, Silvestrini confió la tarea a Antonino Cottone, experto en técnicas tradicionales de filigrana en papel, conocido por haber elaborado otras reliquias para el Vaticano.
En apenas dos horas, el artesano creó una cruz en miniatura utilizando paperoles dorados sobre fondo moaré rojo, técnica medieval que otorga textura y profundidad al diseño.
- Cuatro diminutas flores de papel sostienen las reliquias.
- Cada elemento fue moldeado a mano para respetar la sacralidad del objeto.
- Los fragmentos óseos se integraron como piezas centrales del diseño.
Con esta incorporación, vuelve el lujo al Vaticano, no solo en términos materiales, sino también como gesto de renovación espiritual en la figura del sucesor de Pedro.











