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El peleador de UFC, Ramón Taveras, sobrevivió a un tiroteo frente a la casa de su madre en Duval, Florida.
El incidente, captado por cámaras de seguridad el 29 de julio, muestra un auto desde el cual se realizaron disparos justo cuando Taveras salía de la vivienda, desatando el pánico entre sus familiares.
Taveras, oriundo de Jacksonville, ya había sido tocado por la tragedia: en 2019, su hermano murió en un tiroteo. Este nuevo ataque lo hizo reflexionar sobre su seguridad y la de su familia. En Instagram, expresó su temor y tristeza.
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El luchador denunció el ataque a la Oficina del Sheriff de Jacksonville. Las autoridades sugieren que el incidente podría estar relacionado con una supuesta afiliación a una banda o disputas personales, aunque Taveras insiste en que su vida gira en torno a su carrera y familia.
Jacksonville enfrenta una grave crisis de violencia armada. Este año, según la BBC, la ciudad ha registrado 157 homicidios, 123 de ellos relacionados con armas de fuego. Este preocupante escenario refleja los desafíos que enfrenta la comunidad.
¿Qué dijo Ramón Taveras, peleador de la UFC, sobre el tiroteo?
"Mi familia se siente insegura y temo por mis hijos, que casi pierden a su padre, la persona que se esforzaba por cambiar sus vidas. Es trágico que sienta tanto amor por mi ciudad y, sin embargo, me vea obligado a marcharme".
Taveras subraya la gravedad de la violencia armada en Jacksonville, una realidad que muchos enfrentan a diario. Desde su participación en la "Contender Series" de Dana White, en octubre pasado, el peso gallo ha destacado en la UFC, acumulando 10 victorias y 2 derrotas tras vencer a Serhiy Sidey por decisión dividida en enero.
Horror en Florida: ¿Qué dijo la víctima del tiroteo?
"Nadie es perfecto y todo el mundo tiene un pasado. Sin embargo, yo he cambiado mucho respecto a quien era yo hace 10 años. Que un incidente así ocurra de la nada es alarmante. Me hace ver mi vida y mi familia a través de una lente totalmente diferente", denunció respecto a lo acontecido.
La comunidad de la UFC y sus seguidores han mostrado un gran apoyo, sumándose a las demandas de Taveras por cambios significativos para combatir estos problemas sistémicos.
La experiencia de Taveras resuena con muchos latinos en Estados Unidos que se sienten desprotegidos e inseguros. Su historia no solo amplifica el debate sobre la violencia armada, sino que también plantea preguntas sobre la conducta policial y la responsabilidad social.
