

Brasil está emergiendo con fuerza como una potencia mundial en múltiples frentes: desde la industria de innovación hasta las exportaciones agrícolas y energéticas, pasando por su papel clave en BRICS.
Esta transformación tiene implicancias importantes para América Latina y provoca recelos entre grandes superpotencias como Estados Unidos y China.
Crecimiento en exportaciones e inyección en mercados globales
El crecimiento exportador brasileño se concentra tanto en materias primas como en productos industriales y agrícolas. Brasil es un actor clave en el mercado global de granos, como soja y maíz, y estudios confirman que su producción afecta dinámicas de precios internacionales, incluyendo la de Estados Unidos.
Su participación en BRICS le otorga prestigio y acceso a nuevos mercados, y según análisis recientes, los países del bloque, liderados en parte por Brasil, alcanzaron un crecimiento que supera el promedio global.

Las implicancias del ascenso brasileño en América Latina
Para la región latinoamericana, el ascenso de Brasil significa varias cosas:
- Una oportunidad de integración: Brasil puede actuar como centro de industrialización regional y absorber cadenas de valor que antes estaban dominadas por otros mercados.
- Un nuevo referente de poder regional: su liderazgo en BRICS y su capacidad tecnológica y productiva le permiten marcar agenda en América Latina, frente a países más pequeños o dependientes.
- Un desafío para equilibrios tradicionales: la creciente fuerza de Brasil exige que otros países de la región redefinan alianzas, diversifiquen mercados y refuercen su competitividad para evitar quedar rezagados.
Brasil rompe con el orden mundial y hace temblar a Estados Unidos y China
El auge de Brasil no pasa inadvertido en Beijing, Washington o Moscú.
- Estados Unidos ve cómo Brasil reduce su dependencia exportadora y se asienta como socio de China, lo que podría erosionar la influencia estadounidense en la región.
- China potencia su presencia en Latinoamérica a través de Brasil, lo que le podría restar capacidad geopolítica a Estados Unidos en un hemisferio que históricamente había sido su zona de influencia.













