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En medio de una nueva ola de tensiones internacionales, China mueve sus fichas con cautela mientras Estados Unidos intenta conservar su liderazgo global. Detrás de los comunicados oficiales, Beijing avanza con una estrategia que podría alterar el equilibrio que ha sostenido la paz mundial durante décadas.

Una reciente reunión de alto nivel en la capital china apunta a un cambio profundo en las alianzas. El acercamiento entre Beijing y Moscú despierta alarma entre analistas, que advierten que el pacto con Washington podría estar llegando a su fin, con consecuencias imprevisibles para el orden global.

¿Qué ocurrió en la reunión secreta entre China y Rusia?

El presidente Xi Jinping recibió en Beijing al primer ministro ruso Mijaíl Mishustin para reforzar la cooperación bilateral. Según el Ministerio de Relaciones Exteriores chino, ambos países acordaron “mantener una estrecha coordinación” pese al “entorno externo turbulento”.

Xi propuso ampliar las inversiones conjuntas y destacó tres sectores prioritarios:

  • Energía y agricultura, pilares del comercio bilateral.
  • Tecnología digital y aeroespacial, con nuevos proyectos conjuntos.
  • Desarrollo verde, como respuesta a las sanciones y presiones de Occidente.
Fuente: REUTERSEvelyn Hockstein

¿Por qué esta alianza podría romper el pacto entre China y Estados Unidos?

Desde la invasión rusa a Ucrania en 2022, China ha profundizado su relación con Rusia, firmando una “amistad sin límites” que desafía la influencia de Washington. Xi y Vladímir Putin mantienen una relación personal cercana y coordinan políticas en energía, transporte y defensa.

El Kremlin calificó la visita como “altamente importante” y anunció la creación de centros logísticos en la frontera con China y Corea del Norte. Ambos países, junto con Pyongyang, fortalecen un eje asiático que podría enterrar definitivamente el pacto entre Beijing y Estados Unidos y redefinir el equilibrio global.

Un giro que redefine el orden mundial

Con un comercio récord y cooperación energética en ascenso, el eje China-Rusia emerge como el principal desafío al liderazgo estadounidense. Si este acercamiento se consolida, el mundo podría entrar en una nueva era de rivalidad estratégica y tensiones globales.