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En un escenario internacional marcado por tensiones crecientes, varias naciones intensificaron su postura frente a Irán, que concentra gran parte de la atención de las potencias occidentales. Las advertencias diplomáticas se multiplican mientras se acerca un plazo decisivo que podría cambiar drásticamente el equilibrio global.

La amenaza de sanciones y acciones coordinadas genera inquietud en la comunidad internacional. La disputa no solo involucra cuestiones políticas, sino también la posibilidad de afectar un elemento estratégico que podría constituir la base del poder militar iraní.

Tensiones nucleares: ¿qué reclaman las tres potencias a Irán?

Los ministros de Exteriores de Reino Unido, Francia y Alemania enviaron el miércoles 13 de agosto una carta a la ONU en la que advierten que, si Irán no retoma las negociaciones sobre su programa nuclear antes de fin de agosto, activarán el mecanismo de "snapback".

Este procedimiento permitiría restablecer sanciones internacionales que habían sido levantadas en 2015 a cambio de limitar y supervisar sus actividades nucleares.

El documento, publicado por el canciller francés Jean-Nöel Barrot, enfatiza que el objetivo es impedir que Teherán desarrolle un arma nuclear. Desde Irán, el exministro Manouchehr Mottaki advirtió que su parlamento podría responder en 24 horas abandonando el Tratado de No Proliferación Nuclear (TNP) si la medida llega al Consejo de Seguridad.

¿Qué detonó esta nueva amenaza nuclear?

La advertencia de las tres potencias llega tras un estancamiento diplomático posterior a la guerra de 12 días entre Irán e Israel en junio, en la que fuerzas israelíes y estadounidenses atacaron instalaciones vinculadas al programa nuclear iraní. Desde entonces, Teherán suspendió la cooperación con el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) y no ha retomado conversaciones con Washington para un nuevo acuerdo nuclear.

Funcionarios europeos insisten en que todavía existe margen para una solución diplomática, pero subrayan que las condiciones para reactivar sanciones "ya están dadas". Mientras tanto, informes de inteligencia de EE.UU. y del OIEA señalan que, aunque Irán no mantiene un programa nuclear militar activo desde 2003, ha enriquecido uranio hasta un 60%, un paso técnico cercano al nivel armamentístico del 90%.