

La competencia militar crece en América Latina y ya genera inquietud en Estados Unidos y China. Un país que rara vez lidera el ranking regional avanzó con una decisión estratégica que podría alterar el equilibrio defensivo en la zona.
El movimiento ocurre en plena reconfiguración global, donde las potencias siguen con atención cómo los gobiernos latinoamericanos diversifican sus proveedores militares y expanden su capacidad operativa.
¿Qué país tomó la decisión y qué arma potencia su ejército?
Se trata de Colombia. Su gobierno confirmó recientemente la compra del caza sueco JAS 39 Gripen, que superó al F-16 estadounidense y al Rafale francés. La elección llega tras tensiones diplomáticas con Estados Unidos y supone un salto cualitativo respecto de su antigua flota de Kfir.
El acuerdo incluye 15 Gripen E y 2 Gripen F, más repuestos, entrenamiento y cooperación tecnológica en aeronáutica, ciberseguridad y energía sostenible. Con esto, Colombia se suma a Brasil como operador regional del Gripen.
Datos clave del Gripen
- Velocidad: Mach 2
- Alcance: 800 km
- Techo de vuelo: 15.240 m
- Armamento: misiles aire-aire, aire-tierra y anti-buque

¿Por qué este avance militar inquieta a Estados Unidos y China?
La compra posiciona a Colombia como una de las fuerzas aéreas más modernas de Sudamérica, con capacidades similares a las de potencias emergentes. Implica mayor autonomía estratégica y un giro en sus alianzas de defensa.
Además, Saab -el fabricante sueco del Gripen- tenía menos demoras de producción que sus competidores, lo que permitió a Colombia acceder a entregas más rápidas. Esa ventaja aceleró la renovación de su flota y elevó su capacidad aérea. Para Estados Unidos y China, la decisión marca que Bogotá adopta una posición más autónoma y gana peso en el equilibrio regional.
Qué cambia para el país
- Moderniza su defensa aérea con un caza de última generación.
- Amplía alianzas fuera del eje tradicional EE.UU.-Europa.
- Refuerza su rol militar en un entorno geopolítico más competitivo.











