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La Guardia Costera de Estados Unidos (USCG) completó una extensa misión de seguridad marítima en el Caribe, tras 54 días de patrullaje en el Paso de Barlovento, donde interceptó una embarcación haitiana sobrecargada con 103 personas a bordo. La operación se realizó en el marco de la Operación Vigilant Sentry, un programa coordinado por el Departamento de Seguridad Nacional para frenar la migración ilegal por mar hacia Estados Unidos.
El Cutter Campbell, embarcación de 82 metros perteneciente a la clase Famous, regresó el lunes 27 de octubre a su base en la Estación Naval de Newport tras completar la misión, que incluyó la cooperación con más de 50 agencias federales, estatales y locales.
Estados Unidos y una operación clave en aguas del Caribe
El episodio más significativo del despliegue ocurrió el 21 de septiembre, cuando la tripulación del Campbell y el equipo aéreo HC-144 Ocean Sentry, con base en el Centro de Entrenamiento de Aviación Mobile, localizaron una embarcación precaria proveniente de Haití a unos 24 kilómetros de las Islas Turcas y Caicos.

Los guardacostas suministraron chalecos salvavidas y coordinaron el rescate con la Policía Real de las Turcas y Caicos, que remolcó la nave hasta la isla de Providenciales para el proceso migratorio correspondiente.
“Esta interceptación demuestra el poder del trabajo en equipo y la cooperación internacional. Nuestros esfuerzos conjuntos apoyaron la misión de la Guardia Costera de disuadir la migración marítima ilegal y garantizar la seguridad en el mar”, afirmó la comandante Krystyn Pecora, jefa del Campbell.
La misión Vigilant Sentry y su alcance regional
La Operación Vigilant Sentry (OVS) cubre una vasta región del Caribe y el sureste de Estados Unidos, incluyendo Puerto Rico, las Islas Vírgenes, Florida, Georgia y Carolina del Sur, con una jurisdicción que abarca 4,4 millones de kilómetros cuadrados.
El programa —anteriormente conocido como Homeland Security Task Force – Southeast— busca proteger vidas en el mar, prevenir flujos migratorios irregulares y fortalecer la cooperación entre Estados Unidos y fuerzas policiales del Caribe.
Durante el despliegue, la tripulación del Campbell lideró las tareas tácticas de detección e interdicción, gestionando recursos navales y aéreos adicionales para identificar movimientos migratorios peligrosos y garantizar una respuesta inmediata ante emergencias humanitarias.
“Nuestra prioridad es salvar vidas y proteger las fronteras marítimas”
“Apoyamos directamente la misión de seguridad fronteriza marítima de los Estados Unidos y sus aliados”, indicó un portavoz de la Guardia Costera.
El Cutter Campbell, botado en 1988 y bajo la jurisdicción del Comando del Área Atlántica, cumple misiones de búsqueda y rescate, interdicción de drogas y migrantes, y apoyo a operaciones internacionales.
La comandante Pecora destacó el compromiso de su equipo durante el despliegue:
“No podría estar más orgullosa de la dedicación de esta tripulación. Su esfuerzo aseguró que el Campbell permaneciera listo para cumplir cada una de sus misiones”.













