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En los últimos años, el bicarbonato de sodio dejó de ser un simple ingrediente de cocina para convertirse en uno de los favoritos dentro del universo de los remedios caseros.

Su capacidad para regular la humedad, purificar el aire y neutralizar olores lo volvió un aliado clave para quienes buscan soluciones rápidas y económicas dentro del hogar.

Una práctica poco conocida, pero altamente efectiva, consiste en colocar un pequeño recipiente con bicarbonato debajo de la cama, un gesto sencillo que puede modificar por completo el ambiente del dormitorio.

Para qué sirve colocar bicarbonato de sodio debajo de la cama

A diferencia de otros productos aromáticos o deshumidificadores artificiales, el bicarbonato actúa de forma natural: absorbe la humedad del aire y captura las partículas responsables de los olores desagradables.

Esto lo convierte en una herramienta ideal para habitaciones con poca ventilación, ambientes fríos o espacios donde se suele acumular olor a encierro.

En los últimos años, el bicarbonato de sodio dejó de ser un simple ingrediente de cocina para convertirse en uno de los favoritos dentro del universo de los remedios caseros. Imagen: archivo.
En los últimos años, el bicarbonato de sodio dejó de ser un simple ingrediente de cocina para convertirse en uno de los favoritos dentro del universo de los remedios caseros. Imagen: archivo.

Colocar un plato o cuenco debajo de la cama genera un efecto continuo durante la noche, ayudando a que tanto el colchón como la habitación mantengan una sensación más seca, fresca y respirable.

Cuáles son los beneficios del bicarbonato

  • Reduce la humedad ambiental, sobre todo en dormitorios interiores.
  • Funciona como un desodorizante natural.
  • Elimina el olor a humedad del colchón.
  • Genera un ambiente más liviano, lo que puede favorecer un mejor descanso.

Muchos usuarios que lo han probado aseguran que el dormitorio se siente más limpio y que mejora incluso la calidad del sueño, especialmente en temporadas donde las ventanas permanecen cerradas.

Cómo aplicar el truco correctamente

Para que este método casero funcione al máximo, lo ideal es seguir algunos pasos básicos:

  1. Elegí el recipiente adecuado: un cuenco pequeño o un plato hondo es suficiente. Solo necesitas cubrir el fondo con una capa generosa de bicarbonato de sodio.
  2. Dónde colocarlo: ubícalo debajo de la cama, preferiblemente en el área donde notes mayor olor a humedad o poca circulación de aire.
  3. Cada cuánto renovarlo: el bicarbonato pierde eficacia con el tiempo, ya que va absorbiendo partículas del ambiente. Lo ideal es cambiarlo cada 1 o 2 semanas.
  4. Cómo potenciar su efecto: acompaña este truco con unos minutos de ventilación diaria. Incluso una rendija abierta puede mejorar notablemente el resultado.