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El presidente Donald Trump le declaró la guerra a las universidades más ricas y prestigiosas de Estados Unidos, en un conflicto que sacude los cimientos de la educación superior estadounidense. En el centro de la tormenta se encuentra Harvard, que decidió no ceder ante las presiones del gobierno y ahora enfrenta un castigo multimillonario por parte de la administración republicana.

La polémica comenzó cuando Trump amenazó con quitar subsidiosy exenciones fiscales a las universidades que no se alineen con sus políticas sobre género, diversidad, inclusión y antisemitismo. En medio del enfrentamiento, algunas instituciones cedieron. Pero Harvard se plantó, y este martes sufrió las consecuencias: más de 2.000 millones de dólares en fondos federales fueron congelados y la Casa Blanca advirtió que también podría perder su estatus de exención impositiva.

Una ofensiva del Gobierno contra la Ivy League: ¿cuáles son las universidades afectadas?

La tensión no es nueva. Desde la campaña electoral, Trump apuntó contra la Ivy League, el grupo de universidades de élite que incluye a Harvard, Yale, Columbia, Princeton y otras. Las acusó de promover la cultura "woke" y el elitismo académico, lo que conectó con su base conservadora.

Pero el punto de quiebre llegó tras el ataque del 7 de octubre de Hamas contra Israel. Las protestas propalestinas en los campus encendieron las críticas del presidente, quien declaró: "Las universidades que toleran el antisemitismo no merecen ni un centavo del gobierno".

Ya en el poder, Trump intensificó su ofensiva: condicionó el financiamiento federal a la eliminación de los programas de diversidad, equidad e inclusión (DEI), e impuso exigencias para combatir el antisemitismo en los campus. En muchos casos logró su objetivo. Columbia, por ejemplo, accedió a cambiar criterios de admisión, permitir agentes de seguridad con poderes de arresto y revisar los programas académicos sobre Medio Oriente.

Harvard se planta ante Trump

Sin embargo, Harvard decidió resistir. Rechazó las demandas del gobierno, lo que provocó el congelamiento inmediato de 2.200 millones de dólares y la cancelación de contratos por 60 millones. Además, el gobierno plantea quitarle la exención fiscal federal y estatal, algo sin precedentes.

"La universidad no cederá su independencia ni renunciará a sus derechos constitucionales", afirmaron sus abogados. "Ni Harvard ni ninguna otra universidad privada pueden permitirse ser controladas por el gobierno federal".

El presidente de Harvard, Alan Garber, envió una carta abierta a la comunidad académica:

"Ningún gobierno -independientemente del partido en el poder-debería dictar qué pueden enseñar las universidades privadas, a quiénes pueden admitir y contratar, y qué áreas de estudio e investigación pueden seguir".

Trump, lejos de dar marcha atrás, duplicó la apuesta en su red Truth Social: "Debería perder su estatus de exención fiscal y ser gravada como una entidad política", escribió, exigiendo además que la universidad se disculpe por el "antisemitismo flagrante" en el campus.

Clima de temor y censura

Las consecuencias ya se sienten en la vida universitaria. Profesores y alumnos tienen miedo de expresarse. Muchos evitan hablar con la prensa o participar en debates, y estudiantes internacionales han sido detenidos y deportados por participar en protestas o publicar fotos en redes sociales.

"Los ataques a las finanzas y las libertades universitarias se han convertido en una característica definitoria de los regímenes autoritarios en todo el mundo", advirtió David Pozen, profesor de Derecho en Columbia. Y agregó:

  • "El corte inmediato de la financiación como las demandas extorsivas no tienen precedentes en la historia de la educación superior estadounidense".

Frente a esta situación, Pozen propone que las universidades se unan en bloque: "Para protegerse a sí mismos y a todo el sistema educativo, los líderes universitarios deberían comprometerse, colectiva e inmediatamente, a desafiar las demandas ilegales que amenazan la libertad académica y la autogestión universitaria".

Obama apoya a Harvard

El ex presidente Barack Obama, egresado de Columbia y Harvard, también intervino: "Harvard ha dado un ejemplo para otras instituciones de educación superior, rechazando un intento ilegal y torpe de reprimir la libertad académica", señaló. "Esperemos que otros sigan su ejemplo".