

El crumble de manzana es uno de esos postres simples y reconfortantes que encajan perfecto en una mesa de fin de año. Crujiente por fuera, suave por dentro y con ese perfume a canela que llena la cocina, se volvió un infaltable en cada celebración familiar.
Su encanto está en la sencillez: pocos ingredientes, fácil preparación y un resultado que no falla. Además, admite agregados, como nueces, avena, helado o crema, que elevan la experiencia y se adapta tanto a cocineros expertos como a principiantes.
Origen del crumble de manzana
El crumble nació en el Reino Unido durante la Segunda Guerra Mundial. Debido al racionamiento de alimentos, preparar tartas tradicionales con masa resultaba costoso y poco práctico. La solución fue crear una cubierta desgranada de harina, azúcar y manteca sobre frutas, que reemplazara la masa clásica.

Así surgió el apple crumble o crujiente de manzana, que luego se popularizó en Estados Unidos y en gran parte de América Latina. Con el tiempo, se convirtió en un postre que simboliza el hogar, lo simple y lo festivo. Hoy existen versiones con peras, frutos rojos o duraznos, pero el de manzana sigue siendo el preferido.
Ingredientes para preparar un crumble de manzana tradicional
Para el relleno
- 5–6 manzanas (verdes o rojas; las verdes son más ácidas y quedan muy bien)
- 80–100 g de azúcar
- 1 cucharadita de canela
- Jugo de ½ limón
- 1 cucharada de manteca (opcional)
- 1 cucharada de harina o maicena (para espesar jugos, opcional)
Para la cobertura (crumble)
- 150 g de harina común
- 100 g de manteca fría
- 100 g de azúcar (puede ser blanca o rubia)
- 1 pizca de sal
- Opcional: 2–3 cucharadas de avena arrollada o nueces picadas
Paso a paso: cómo preparar crumble de manzana
1. Preparar las manzanas
- Pelar y cortar las manzanas en cubitos o láminas.
- Colocarlas en un bowl.
- Agregar azúcar, canela y jugo de limón.
- Mezclar bien. Si las manzanas largan mucho jugo, sumar una cucharada de harina o maicena.
Podés saltearlas unos minutos en sartén con una cucharadita de manteca si las preferís más tiernas, o usarlas crudas para un relleno con más textura.

2. Armar la base del postre
- Enmantecar una fuente apta para horno.
- Distribuir las manzanas en el fondo de manera pareja.
3. Preparar el crumble
- En otro recipiente colocar harina, azúcar, sal y manteca fría en cubos.
- Deshacer con la punta de los dedos hasta formar migas (no amasar).
Si querés sumar avena o nueces, este es el momento.
El secreto está en no formar una masa lisa, sino un granulado irregular.
4. Cubrir y hornear
- Distribuir el granulado sobre las manzanas sin presionar.
- Llevar a horno precalentado a 180 °C por 30–40 minutos.
- Retirar cuando la superficie esté dorada y crujiente.
5. Servir
Se puede comer tibio frío solo o acompañado con helado de vainilla, crema o yogur
Tips para que quede perfecto
- Usá una combinación de manzanas verdes y rojas para equilibrar acidez y dulzor.
- Si te gusta más crocante, sumá avena arrollada al crumble.
- Para un toque más festivo, agregá nuez moscada o clavo de olor molido.










