

Brasil volvió a posicionarse en el centro del debate geopolítico global tras avanzar significativamente en la construcción de su primer submarino de propulsión nuclear, un proyecto que el país presenta como un símbolo de soberanía regional y como una señal clara para las grandes potencias, especialmente Estados Unidos y China.
La comunidad internacional interpreta este paso como un mensaje directo sobre la creciente capacidad militar de Brasil y su intención de ocupar un lugar más relevante en el tablero global.
Nace una nueva potencia mundial: este país de América Latina construye el primer submarino nuclear
El submarino nuclear brasileño, parte del programa PROSUB, desarrollado junto a Francia, marca un antes y un después en América Latina. Ningún otro país de la región posee un sistema de este tipo, y su sola existencia altera la relación de fuerzas en el Atlántico Sur, una zona históricamente dominada por Estados Unidos y observada con creciente interés por China.
Brasil sostiene que el proyecto tiene fines defensivos, pero expertos apuntan a que se trata de un instrumento de proyección estratégica que otorga mayor autonomía, capacidad de disuasión y presencia marítima en amplias áreas del océano.

¿Brasil puede competir cara a cara con las grandes superpotencias del mundo?
El desarrollo del primer submarino nuclear brasileño no solo representa un salto tecnológico para el país, sino también una declaración política. Brasil quiere ser visto como una potencia emergente capaz de proteger sus intereses y disputar espacio de influencia frente a Estados Unidos y China.
En un contexto global marcado por tensiones geopolíticas, su nuevo submarino se convierte en una señal inequívoca de que América Latina también entra en el mapa de las grandes rivalidades estratégicas del siglo.













