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En Estados Unidos, el café es parte de la rutina diaria de muchas personas. Pero ahora, un motivoeconómico preocupa a miles de familias, debido a la reciente guerra de aranceles de Donald Trump.

En este estado del país, el costo de vida alcanzó un punto crítico, y eso podría llevar a que millones digan adiós para siempreal café, ya que no podrán comprarlo más.

Aunque algunos aún disfrutan de su taza de café sin saber lo que viene, el adiós se acerca. En Idaho, el golpe al bolsillo del consumidor ya se siente, y todo indica que el café podría convertirse en un lujo fuera del alcance para buena parte de la población.

El motivo económico que sacude el consumo de café en este estado de USA

La taza de café de la rutina diaria hoy enfrenta una amenaza real. En Idaho, la incertidumbre crece por los efectos de nuevas tarifas y aranceles. La administración de Donald Trump está en plena negociación con varios países para redefinir costos de importación y exportación, ya que en Estados Unidos, el 99% del café que se consume viene de afuera.

Esto significa que cualquier cambio en los aranceles afecta directamente el precio final de cada taza. Según reporta CBS MarketWatch, la situación podría volverse insostenible para cafeterías y consumidores. Kevin Miller, en su análisis, deja claro que la tensión es palpable:

  • El café podría enfrentar hasta un 30% de incremento en impuestos

  • Empaques y vasos importados desde China ahora pagan hasta un 125% más

  • Costos operativos en alza para tostadores y pequeñas cafeterías

  • Clientes que gastan entre USD 5 y USD 10 al día, ahora reconsideran ese hábito

Para muchos, lo más duro es que una taza de café no debería ser un lujo. Y, sin importar si lo toman solo o con leche y azúcar, la realidad es que esa taza está cada vez más lejos de su alcance.

Idaho y el adiós café: por qué muchas personas no podrán comprarlo más

El motivo detrás de este posible adiós en Idaho no es otro que una serie de decisiones políticas que, aunque buscan proteger la economía nacional, están golpeando directamente al consumidor común.

Moses, dueño de Mighty Oak Roasters, lo explica sin rodeos: "Tenemos café en un barco que no sabemos si costará 10% o 30% más cuando llegue". Esto lo obliga, lamentablemente, a subir precios al público en Idaho. Sin embargo, si suben los precios, muchas personas en este estado de Estados Unidos tendrán que elegir entre el café o necesidades básicas.

La economía del café en Idaho ya no depende solo del grano de café. El golpe alcanza cada eslabón de la cadena productiva. Aunque suene increíble, el adiós al café para siempre está más cerca de lo que muchos creen.