Cambió la pena de muerte: Trump confirmó que la pedirá a los inmigrantes que rompan esta ley
El nuevo decreto presidencial confirma su uso como castigo para quienes cometan este crimen y ya entró en vigencia.
La aplicación de la pena de muerte para delitos federales en Estados Unidos fue confirmada por Donald Trump en uno de los decretos presidenciales que firmó durante su primer día. La medida endurece las sanciones contra crímenes graves, cometidos por inmigrantes en situación irregular.
El presidente aseguró que esta política busca proteger a los ciudadanos estadounidenses frente a actos de violencia letal. Además, criticó a la administración anterior por haber limitado su aplicación, lo que, según él, socavó la justicia y la seguridad pública.
"Nuestros fundadores sabían bien que solo la pena capital puede hacer justicia y restaurar el orden frente a semejante maldad", lee el texto oficial de la medida. Esta decisión refuerza su historial, ya que durante su mandato anterior se llevaron a cabo 13 ejecuciones federales, un número récord en la historia moderna del país.
¿En qué consiste la nueva política de pena de muerte federal de Trump?
La orden ejecutiva titulada "Restaurar la pena de muerte y proteger la seguridad pública" especifica que esta se aplicará a inmigrantes en situación irregular que cometan delitos capitales. También, se solicitará para toda persona que cometa el asesinato de un agente de la ley.
El Departamento de Justicia estará a cargo de garantizar que esta política se implemente de manera rigurosa. Además, se instruyó a los fiscales estatales y federales a buscar sentencias de pena de muerte en todos los casos que cumplan con los criterios establecidos.
La medida también contempla asegurar el suministro de sustancias necesarias para las ejecuciones por inyección letal. En este sentido, la administración trabajará para resolver las dificultades que han enfrentado algunos estados para adquirir las drogas utilizadas en estas ejecuciones.
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La pena de muerte y la administración de Biden: ¿por qué Trump la "restauró"?
Durante la presidencia de Joe Biden, la aplicación de la pena capital fue suspendida mediante una moratoria impuesta en 2021 por el entonces fiscal general Merrick Garland. Esta decisión detuvo las ejecuciones federales y redujo significativamente el número de condenados a muerte, ya que Biden conmutó las sentencias de 37 reclusos a cadena perpetua.
Además, el Departamento de Justicia retiró el protocolo que permitía inyecciones letales con pentobarbital, argumentando preocupaciones sobre el dolor innecesario que podría causar.
Estos cambios contrastan marcadamente con la postura de Trump, quien ahora ha reinstaurado las ejecuciones federales como una prioridad en su agenda de seguridad pública a través de esta orden ejecutiva.