En esta noticia

Se está terminando una época de "oro" para los trabajadores de Estados Unidos, donde la gran movilidad laboral era una de las mayores ventajas. Hoy, el mercado de trabajo en Estados Unidos está sufriendo un fenómeno preocupante: el "job hugging" o "abrazo al trabajo". Esta tendencia describe a los trabajadores que se aferran a sus puestos por necesidad y miedo, en lugar de por satisfacción. Los expertos lo señalan como una señal de la debilidad del mercado y de los desafíos económicos que enfrentan los diversos sectores de la economía.

Esta actitud de los trabajadores representa un cambio drástico respecto a la cultura del "job hopping" (cambio frecuente de empleo) que caracterizó la era posterior a la pandemia de Covid-19. Mientras que antes los empleados no dudaban en dejar sus puestos por un mejor salario, ahora la inestabilidad del mercado y el alto costo de vida los lleva a valorar la estabilidad por encima de la insatisfacción.

El peor momento para los trabajadores en Estados Unidos

Varias encuestas e informes recientes respaldan la existencia de este fenómeno. Una encuesta de ResumeBuilder.com a más de 2,200 trabajadores de EE.UU. reveló que el 46% se identifica con el "job hugging" y el 95% de ellos citó el miedo al mercado laboral como la principal razón para no cambiar de trabajo.

Por caso, el índice de retención de empleados de Eagle Hill muestra que la mayoría de los trabajadores estadounidenses planea quedarse en sus puestos durante los próximos seis meses. Esto coincide con las cifras del Departamento de Trabajo, que indican que las tasas de renuncia se encuentran en sus niveles más bajos desde el inicio de la pandemia. Este panorama es el reverso de la "Gran Renuncia" de 2021-2022, un periodo en el que millones de personas abandonaron sus trabajos para buscar mejores condiciones.

Actualmente, las ofertas de empleo en EE.UU. han disminuido y, por primera vez desde 2021, son inferiores al número de desempleados en el país. Este desequilibrio, sumado a los despidos masivos y el avance de la inteligencia artificial, ha creado un mercado laboral dominado por los empleadores, donde la percepción de un futuro laboral brillante se ha desvanecido para muchos trabajadores.

Expertos señalan que al aferrarse a un empleo insatisfactorio, las personas pueden estancarse profesionalmente y perder la oportunidad de adquirir nuevas habilidades.

A nivel psicológico, esta tendencia, impulsada por el miedo en lugar de la elección, puede dejar a los trabajadores atrapados en ambientes poco saludables o tóxicos. En lugar de buscar un trabajo más satisfactorio, los empleados se convierten en "quedados renuentes", emocionalmente desconectados de su trabajo, pero con miedo a irse.

El sociólogo Yasemin Besen-Cassino advierte que el "job hugging" podría normalizar problemas graves en el lugar de trabajo, como el acoso o la falta de equidad salarial, ya que los empleados temen denunciarlos por miedo a ser despedidos. Este fenómeno, que a primera vista podría parecer positivo para las empresas por la alta retención, es en realidad tóxico, ya que los empleados estancados y sin motivación perjudican la productividad.