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La deuda nacional deEstados Unidos ha alcanzado un nivel sin precedentes: 37 billones de dólares. Este nuevo récord, confirmado por el Departamento del Tesoro, pone bajo presión a la economía más grande del mundo y plantea serias dudas sobre el futuro financiero del país.

Un nuevo récord alcanzado antes de lo previsto

Según las proyecciones previas a la pandemia, la Oficina de Presupuesto del Congreso (CBO) esperaba que este umbral se superara después de 2030. Sin embargo, el impacto del COVID-19, sumado a políticas de gasto y recortes de impuestos implementadas en los últimos años, aceleraron el crecimiento de la deuda a un ritmo alarmante.

Desde 2020, el gobierno estadounidense ha destinado billones de dólares para frenar el desplome económico, financiar ayudas sociales y sostener sectores estratégicos. Estas medidas, aunque necesarias para evitar una recesión profunda, incrementaron de forma drástica el endeudamiento federal.

Una señal preocupante que se agrava cada 5 meses

El dato más inquietante es que, actualmente, la deuda nacional crece a razón de 1 billón de dólares cada 5 meses, el doble de la velocidad registrada en las últimas dos décadas. En enero de 2024 estaba en 34 billones; en julio, en 35 billones; en noviembre, en 36 billones... y ahora se suma otro billón en tiempo récord.

Michael Peterson, presidente de la Fundación Peter G. Peterson, advirtió que este ritmo "crea un ciclo perjudicial de más endeudamiento, más costos de intereses y menos recursos para inversiones clave".

Cómo impacta en el bolsillo de los ciudadanos

La creciente deuda no solo es un problema macroeconómico; también tiene consecuencias directas para los estadounidenses:

  • Hipotecas y préstamos más caros por el aumento de las tasas de interés.

  • Salarios más bajos debido a que las empresas reducen inversión.

  • Bienes y servicios más costosos, afectando el poder adquisitivo.

La Oficina de Responsabilidad Gubernamental también alerta sobre el riesgo de que los intereses de la deuda se conviertan en uno de los mayores gastos del presupuesto federal, desplazando áreas prioritarias como infraestructura, salud y educación.

Presión política y falta de consenso: un desafío que marcará la próxima década

Expertos como Wendy Edelberg, de la Brookings Institution, señalan que las decisiones del Congreso en materia de impuestos y gasto son determinantes. Sin un plan de ajuste fiscal, el endeudamiento seguirá creciendo durante los próximos años.

Maya MacGuineas, presidenta del Comité para un Presupuesto Federal Responsable, lo resumió con claridad: "Este debería ser el llamado de atención definitivo. Necesitamos actuar, y hacerlo ya".

Si el ritmo actual continúa, Estados Unidos podría superar los 40 billones de dólares en deuda antes de 2027, lo que aumentaría la presión sobre los contribuyentes y la estabilidad económica global.

La pregunta que queda en el aire es si la clase política será capaz de tomar medidas drásticas para frenar esta tendencia... o si el país seguirá sumando billones a un reloj de deuda que no deja de avanzar.