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Estados Unidos confirmó el depósito de miles de dólares en salarios atrasados para los trabajadores federales afectados por el cierre del Gobierno. La medida, firmada por el presidente Donald Trump, pone fin al enfrentamiento entre republicanos y demócratas que mantuvo paralizadas las agencias públicas durante más de seis semanas.

Con la reapertura oficial, los empleados federales comenzarán a recibir los pagos retroactivos y se reactivarán los principales programas sociales suspendidos, entre ellos el SNAP, que entrega asistencia alimentaria a millones de familias. El plan también busca restablecer la operatividad del Estado y compensar las pérdidas provocadas por el cierre.

¿Quiénes recibirán los depósitos y cuánto dinero transferirá Estados Unidos?

Según la ley de financiamiento aprobada por el Congreso, más de 750.000 empleados federales recibirán los depósitos correspondientes a sus salarios retenidos durante el cierre. Los pagos comenzarán a acreditarse en las próximas horas, con prioridad para quienes trabajaron sin sueldo durante el cierre.

Entre los beneficiarios se incluyen:

  • Personal de seguridad, defensa y control aéreo.
  • Trabajadores administrativos y técnicos de infraestructura.
  • Empleados de servicios esenciales que garantizaron el funcionamiento básico del país.

Además, el Gobierno federal destinará U$S 11.000 millones para reactivar proyectos públicos suspendidos, como la modernización de puentes, carreteras y obras portuarias.

El anuncio supuso un alivio a miles de trabajadores federales en Estados Unidos que llevan semanas sin cobrar su salario por el cierre del Gobierno federal. Imagen: archivo.

Vuelven los pagos: ¿qué programas sociales y ayudas se reanudarán con esta medida del Gobierno?

El plan firmado por Donald Trump restablece también el financiamiento del Programa de Asistencia Nutricional Suplementaria (SNAP), del que dependen más de 40 millones de estadounidenses. Las autoridades confirmaron que los pagos comenzarán esta semana, aunque podrían producirse demoras por el volumen acumulado de solicitudes.

Sin embargo, el acuerdo no incluye la extensión de los subsidios de salud del Affordable Care Act (ACA), que los demócratas exigen mantener. Si no se logra un nuevo consenso antes de enero, Estados Unidos podría enfrentar otro cierre gubernamental, afectando nuevamente a trabajadores y beneficiarios de programas federales.