

La Corte de Apelaciones del Octavo Circuito de Estados Unidos ha emitido un fallo que respalda de forma definitiva la prohibición de tratamientos médicos de afirmación de género para menores transgénero en el estado de Arkansas.
La decisión, tomada por una mayoría de ocho jueces contra dos, marca un hito en el debate legal sobre los derechos de las personas trans y el alcance de la autoridad estatal en materia sanitaria.
Un fallo alineado con la polémica tendencia nacional
La sentencia se produce después de que el Tribunal Supremo respaldara en junio leyes similares en Tennessee, afirmando que no constituyen discriminación por identidad de género u orientación sexual.
Con esta resolución, Arkansas se suma a una lista de 25 estados con legislaciones restrictivas sobre bloqueadores de pubertad, terapias hormonales y cirugías para menores, consolidando un patrón legislativo en gran parte del país.

El tribunal determinó que la norma estatal no vulnera el derecho a la igualdad ni la autoridad de los padres para decidir sobre la atención médica de sus hijos.
El juez Duane Benton, que redactó la opinión mayoritaria, señaló que "no existe un derecho histórico que garantice a las familias la potestad de exigir estos tratamientos para menores". Esta interpretación otorga a los legisladores estatales la última palabra en la materia, incluso por encima de la voluntad de médicos y padres.
Tribunal dividido: opiniones contrarias y críticas
No todos los magistrados estuvieron de acuerdo. La jueza Jane Kelly emitió un voto disidente en el que cuestionó la falta de evidencia que vincule la prohibición con el supuesto objetivo de "proteger a los niños".
Para organizaciones como la ACLU Arkansas, la decisión es "un golpe devastador para los menores transgénero, sus familias y profesionales de la salud", al considerar que limita el acceso a atención médica esencial y puede agravar riesgos para la salud mental y física.
Contexto y próximos pasos
Desde su aprobación en 2021 -superando el veto del entonces gobernador Asa Hutchinson-, la ley de Arkansas ha sido un referente para otros estados de mayoría republicana. Con este fallo, se refuerza el precedente legal que podría influir en futuras disputas judiciales en todo el país.
La batalla, sin embargo, podría no estar cerrada. Los demandantes aún tienen la opción de recurrir ante instancias superiores, y el tema podría regresar al Tribunal Supremo. Mientras tanto, médicos y familias siguen alertando sobre las posibles consecuencias de aplicar una prohibición que, según sus críticos, ignora las recomendaciones de gran parte de la comunidad médica internacional.















