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La Organización Mundial de la Salud (OMS) explica en su portal web que las enfermedades no transmisibles son la principal causa de muerte y discapacidad en el mundo. Sin embargo, aseguran que muchas se pueden prevenir mediante la reducción de los factores de riesgo comunes.
Por ese motivo, conoce qué es la diabetes de tipo 2, cuáles son sus síntomas, cómo reducir los factores de riesgo y cuáles son los mejores tratamientos disponibles.

¿Qué es la diabetes de tipo 2?
Según explica el portal sobre salud Mayo Clinic, la diabetes de tipo 2 es una enfermedad crónica que afecta la forma en que el cuerpo metaboliza la glucosa, un tipo de azúcar que se utiliza como fuente de energía. A diferencia de la diabetes de tipo 1, en la que el cuerpo no produce insulina, en la diabetes de tipo 2 las células no responden adecuadamente a esta hormona, lo que provoca un aumento de los niveles de azúcar en la sangre.
Este tipo de diabetes está asociado a factores de riesgo como la obesidad, la falta de actividad física y antecedentes familiares. Su manejo incluye cambios en el estilo de vida, como una dieta equilibrada y ejercicio regular y en algunos casos, medicamentos para controlar los niveles de glucosa.
¿Cuáles son los síntomas de la diabetes de tipo 2?
Los síntomas de la diabetes tipo 2 suelen desarrollarse lentamente. Cuando hay síntomas, estos pueden comprender los siguientes:
- Aumento de la sed.
- Micción frecuente.
- Aumento del hambre.
- Pérdida de peso involuntaria.
- Cansancio.
- Visión borrosa.
- Llagas de cicatrización lenta.
- Infecciones frecuentes.
- Entumecimiento u hormigueo en las manos o los pies.
- Zonas de piel oscurecida, por lo general en axilas y cuello.
Cuándo consultar al médico
Consulta al proveedor de atención médica si notas alguno de los síntomas de la diabetes tipo 2.
¿Cómo saber si una persona tiene diabetes de tipo 2?
La diabetes tipo 2 se diagnostica principalmente a través de la prueba de hemoglobina glucosilada A1c, que mide el nivel promedio de glucosa en sangre durante los últimos dos o tres meses. Un resultado del 6,5 % o más en dos pruebas separadas indica diabetes, mientras que niveles entre 5,7 % y 6,4 % se consideran prediabetes.
Si no se puede realizar la prueba de A1c, se pueden utilizar otras pruebas como el examen aleatorio de glucosa en sangre, el examen de glucemia en ayunas o la prueba de tolerancia a la glucosa oral. Un nivel de glucosa de 200 mg/dl o más en el examen aleatorio, o 126 mg/dl o más en el examen de glucemia en ayunas, también confirma el diagnóstico de diabetes.

¿Cuál es el mejor tratamiento para la diabetes de tipo 2?
El control de la diabetes tipo 2 se basa en una alimentación saludable, que incluye un horario regular para las comidas, porciones más pequeñas y un aumento en el consumo de alimentos ricos en fibra, como frutas y verduras. Es recomendable reducir la ingesta de granos refinados y azúcares y optar por lácteos y carnes bajos en grasa. Consultar a un dietista puede ser útil para planificar comidas equilibradas y controlar la ingesta de carbohidratos.
La actividad física es esencial para el manejo de la diabetes tipo 2. Se recomienda realizar al menos 150 minutos de ejercicio aeróbico moderado a la semana, así como ejercicios de resistencia dos o tres veces por semana. Limitar períodos prolongados de inactividad también es importante para mantener los niveles de glucosa en sangre estables. Antes de iniciar un programa de ejercicios, es aconsejable consultar a un proveedor de atención médica.
El control regular de los niveles de glucosa en sangre es crucial para prevenir complicaciones. Esto puede incluir el uso de un medidor de glucosa en casa o un sistema de monitoreo continuo. Si los niveles no se mantienen dentro del rango deseado, el proveedor de atención médica puede recomendar medicamentos o insulina para ayudar a regular la glucosa. La pérdida de peso también puede mejorar el control de la diabetes y otros factores de salud.











