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Las patologías no transmisibles son la causa principal de muerte a nivel mundial, representando el 71% de los decesos anuales, según los datos compartidos por la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Para reducir las probabilidades de desarrollar alguno de estas padecimientos, los especialistas recomendaron reducir los posibles factores de riesgo. Por ese motivo, es necesario conocer qué es la depresión (trastorno depresivo mayor), cuáles son los síntomas y cuáles son los terapias posibles.

¿Qué es la depresión (trastorno depresivo mayor)?

Según explica el portal sobre saludMayo Clinic, la depresión, también conocida como trastorno depresivo mayor, es una enfermedad mental caracterizada por una persistente sensación de tristeza y pérdida de interés en actividades que antes resultaban placenteras. Este trastorno afecta la manera en que una persona se siente, piensa y maneja las actividades diarias y puede manifestarse a través de síntomas como fatiga, cambios en el apetito, problemas de sueño y dificultad para concentrarse.

Afecta a millones de personas en todo el mundo y puede tener un impacto significativo en la calidad de vida. Aunque las causas exactas de la depresión no se comprenden completamente, se cree que son el resultado de una combinación de factores genéticos, biológicos, ambientales y psicológicos. El tratamiento suele incluir terapia psicológica, medicación o una combinación de ambos y es fundamental buscar ayuda profesional para su manejo adecuado.

¿Cuáles son los síntomas de la depresión (trastorno depresivo mayor)?

La depresión, o trastorno depresivo mayor, se manifiesta a través de una variedad de síntomas que afectan el estado emocional y físico de una persona. Estos síntomas incluyen:

1. **Sentimientos de tristeza**: Sensaciones persistentes de tristeza, vacío o desesperanza.
2. **Irritabilidad**: Arrebatos de enojo o frustración, incluso por asuntos menores.
3. **Pérdida de interés**: Desinterés en actividades que antes eran placenteras, incluidas relaciones y pasatiempos.
4. **Alteraciones del sueño**: Problemas como insomnio o hipersomnia (dormir demasiado).
5. **Fatiga**: Cansancio extremo y falta de energía, dificultando la realización de tareas cotidianas.
6. **Cambios en el apetito**: Pérdida de apetito y pérdida de peso, o aumento del apetito y aumento de peso.
7. **Ansiedad**: Sensaciones de inquietud o agitación.
8. **Dificultades cognitivas**: Problemas para concentrarse, tomar decisiones o recordar información.
9. **Sentimientos de inutilidad**: Autocrítica excesiva y fijación en fracasos pasados.
10. **Pensamientos suicidas**: Ideas recurrentes sobre la muerte o el suicidio.
11. **Síntomas físicos**: Dolores inexplicables, como dolor de cabeza o de espalda.

Estos síntomas pueden ser lo suficientemente graves como para interferir en las actividades diarias, como el trabajo y las relaciones sociales. Es importante buscar ayuda profesional si se experimentan estos síntomas.

¿Cómo saber si una persona tiene depresión (trastorno depresivo mayor)?

El diagnóstico de la depresión, específicamente el trastorno depresivo mayor, comienza con una exploración física y un análisis de laboratorio para descartar problemas de salud física que puedan estar contribuyendo a los síntomas. El médico puede realizar un hemograma completo y evaluar la función de la glándula tiroides, ya que alteraciones en estas áreas pueden influir en el estado de ánimo del paciente. Además, se lleva a cabo una evaluación psiquiátrica en la que se indaga sobre los síntomas, pensamientos y comportamientos del paciente, a menudo utilizando cuestionarios estandarizados.

Para confirmar el diagnóstico, los profesionales de la salud mental se basan en los criterios establecidos en el DSM-5, que proporciona un marco para clasificar y entender los diferentes tipos de depresión. Esto incluye la identificación de especificadores que pueden ayudar a determinar características particulares de la depresión, como la presencia de síntomas ansiosos, melancólicos o atípicos. Un diagnóstico preciso es crucial, ya que permite desarrollar un plan de tratamiento adecuado y efectivo para el paciente.

¿Cuál es el mejor tratamiento para la depresión (trastorno depresivo mayor)?

La depresión, o trastorno depresivo mayor, puede ser tratada eficazmente mediante una combinación de medicamentos y psicoterapia. Los antidepresivos, como los inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina, son comúnmente recetados por médicos y psiquiatras para aliviar los síntomas. Es fundamental que los pacientes mantengan una comunicación abierta con sus profesionales de salud mental para ajustar el tratamiento según sea necesario y para abordar cualquier efecto secundario que puedan experimentar.

En casos de depresión severa, puede ser necesaria una hospitalización o un programa de tratamiento ambulatorio. Estos entornos proporcionan un apoyo intensivo y seguro, permitiendo a los pacientes recibir la atención adecuada mientras trabajan en la mejora de su estado de ánimo. La terapia psicológica, como la terapia cognitiva conductual, también es una herramienta valiosa que ayuda a los individuos a identificar y cambiar patrones de pensamiento negativos, así como a desarrollar habilidades para enfrentar situaciones difíciles.

Además de los tratamientos convencionales, existen opciones alternativas como la terapia electroconvulsiva y la estimulación magnética transcraneal, que pueden ser consideradas para aquellos que no responden a los antidepresivos. Es importante que cualquier tratamiento sea supervisado por un profesional de la salud, quien puede guiar a los pacientes en la elección de la mejor opción según sus necesidades individuales. La prevención y el tratamiento de la depresión requieren un enfoque integral y personalizado para lograr una recuperación efectiva.

Depresión (trastorno depresivo mayor): posibles factores de riesgo

La depresión, o trastorno depresivo mayor, puede ser desencadenada por diversos factores de riesgo que incluyen rasgos de personalidad como la baja autoestima y el pesimismo, así como situaciones traumáticas o estresantes, antecedentes familiares de trastornos mentales y la falta de apoyo en personas de la comunidad LGBTQ+. Además, el abuso de sustancias, enfermedades crónicas y ciertos medicamentos también pueden contribuir a su aparición. Es importante reconocer estos factores para poder abordar y prevenir la depresión de manera efectiva.

Para finalizar, es aconsejable consultar con un especialista en salud ante cualquier duda o síntoma. La información médica puede ser compleja y es importante acudir a fuentes confiables para vitar la automedicación y basar las decisiones de tratamiento en evidencia clínica.