COVID-19: las nuevas vacunas podrían ayudar a eliminar estos 3 síntomas duraderos que provoca el virus
Las nuevas vacunas contra el virus pueden ser más efectivas, incluso para personas con síntomas prolongados.
El virus del COVID-19 sigue siendo una amenaza a la salud pública, con un aumento constante de infecciones respiratorias durante estos meses. Si bien las tasas de vacunación han mejorado y existen nuevas vacunas que eliminan síntomas duraderos del COVID, aún es necesario intensificar los esfuerzos en Estados Unidos.
Dado los síntomas persistentes que algunos pacientes experimentan tras la infección inicial, las nuevas vacunas pueden ser una herramienta clave para disminuir estos efectos prolongados.
Los síntomas prolongados del COVID-19 y la importancia de la vacunación
Para muchas personas, los efectos del COVID-19 no desaparecen una vez superada la enfermedad inicial. El llamado "COVID prolongado" puede ocasionar síntomas que se extienden durante meses o incluso años.
Según datos recientes, aproximadamente el 20% de los adultos en Estados Unidos han experimentado estos síntomas a largo plazo, que pueden incluir:
- Cansancio extremo.
- Dificultad para concentrarse o confusión mental.
- Debilidad muscular.
Estas secuelas no solo afectan la calidad de vida, sino que también aumentan el riesgo de otras complicaciones. Los expertos señalan que las nuevas vacunas pueden ser una herramienta eficaz para reducir la incidencia de estos síntomas, al fortalecer el sistema inmunológico y reducir el riesgo de infecciones graves.
El Dr. Phillip Levy, de la Universidad Estatal de Wayne, resalta la importancia de las vacunas, especialmente en personas con condiciones preexistentes como diabetes o problemas de corazón, que son más susceptibles al COVID prolongado.
Nuevas vacunas: protección contra el COVID prolongado
Las vacunas actualizadas incluyen la cepa KP.2 de la variante Ómicron y están diseñadas para proporcionar una protección más eficaz. Esto incluye hospitalizaciones, muertes y, potencialmente, los síntomas prolongados del COVID-19.
La FDA (Administración de Alimentos y Medicamentos) ha aprobado estas nuevas dosis, y los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) recomiendan su aplicación para personas de seis meses en adelante.
Es fundamental que quienes tienen mayor riesgo de complicaciones graves, como los adultos mayores o personas con condiciones crónicas, reciban la vacuna.