El 6 de marzo, en el Centro de Patrones y Oficiales Fluviales, de Pesca y de Cabotaje Marítimo, se realizará la presentación de un remolcador impulsado a Gas Natural Licuado (GNL). El buque implica un ahorro considerable de los costos de combustible, una notoria mejora en la cuestión de la contaminación ambiental y un aporte importante al desarrollo de una logística sustentable para la marina mercante. La actividad es convocada por el Centro de Patrones, la Cámara de la Industria Naval Argentina (CINA) y el Astillero Río Paraná Sur, con la organización de Globalports.

"Durante el gobierno anterior se discutió sobre los costos de la logística del transporte. El gobierno sostenía que el problema central era el costo de los salarios. Vimos que el salario solo ocupaba el 29% del costo del buque y que era mucho más gravoso para los armadores la carga impositiva y el combustible. Nada podemos hacer con la cuestión impositiva, más allá de pedir que se solucione el tema; de nuestra parte podemos trabajar en un combustible más económico y sustentable, el GNL", dijo el capitán Julio González Insfrán, titular del Centro de Patrones.

"Nos preguntamos –siguió– por qué, teniendo la segunda reserva de gas mundial en Vaca Muerta, no tenemos un desarrollo de buques a GNL. Trajimos un ejemplo de Europa donde se está avanzando con el GNL porque es más barato y menos contaminante. El remolcador a GNL es 68% más barato que con otro combustible, y el combustible es el 40% del costo del flete, y en el mundo la flota ya funciona entre 10 y 15% a GNL. Podemos lograr competitividad y usar recursos que tenemos en la Argentina".

Luego se contactaron con el Astillero Río Paraná Sur y allí Daniel De Monte tomó la idea y la desarrolló hasta lograr un remolcador de hasta 6000 HP de potencia, propulsado a GNL, que puede mover 40.000 toneladas y tener un ahorro del 40% en su operatividad.

En la la Argentina ya funcionan buques a GNL, como el Francisco Papa, de Buquebus.

El remolcador tiene una autonomía de 24 días con una carga de GNL, es decir que puede realizar un viaje redondo a Asunción desde Buenos Aires, solo con una planta de licuefacción en Buenos Aires. Si se pusiera otra planta, por ejemplo, en puerto San Martín, se podría ir dando el cambio de los buques que ingresan para permitir entrada a GNL, eso sería un importante ahorro y una fuente de ingresos para el país.

"Las inversiones son del orden de los u$s 13 millones por barco, no mucho más de lo que sale un buque convencional, y en el caso de la planta de licuefacción de gas, unos u$s 30 millones. Son desembolsos menores si tenemos en cuenta el ahorro que esta tecnología significa y la mejora medioambiental que tiene implicada", dijo Insfrán.

El encuentro busca dar a conocer de qué se habla cuando se proyecta un buque a GNL. Los encargados de presentar el proyecto serán González Insfrán, la titular de la CINA, Silvia Martínez, Daniel de Monte de Astilleros Río Paraná Sur, Juan Alberto Ríos, de Fluvialmar SA y Verónica Iesu, titular de la consultora Mercuria Unione.

Más información: ceremonial@patronesdecabotaje.org.ar