

El gigante tecnológico Microsoft lanzó al mercado el Kinect, un periférico que se conecta a su popular consola XBOX 360 y permite poder disfrutar de los videojuegos de un modo 100% virtual, sin necesidad de utilizar control (joystick) alguno.
El lanzamiento del producto, largamente esperado por los fanáticos de los videojuegos, genera tanta expectativa en los Estados Unidos que las acciones de Microsoft, uno de las firmas tecnológicas más importantes, ascienden 0,96% pasada la media rueda y son uno de los puntuales del índice Dow Jones.
Por su parte, Microsoft admitió que debió subir la previsión de ventas de 3 millones a 5 millones de unidades para esta Navidad.
Desde la firma, incluso, reconocieron que se trata del mayor lanzamiento en la historia de Xbox, la consola con mayor cantidad de unidades vendidas en Estados Unidos.
Kinect, que en sus inicios se conoció bajo el nombre de "Project Natal", tiene por objetivo incrementar la posición de Microsoft en el sector de los juegos destinados a usuarios esporádicos.
En la actualidad, ese nicho, está dominado por la consola Wii, de Nintendo, y el periférico PlayStation Move, de Sony, que la firma lanzó al mercado en septiembre pasado.
¿Qué es Kinect?
Es una plataforma que funciona a través de una serie de cámaras y sensores de movimiento que captan los movimientos que el jugador realiza con su cuerpo.
A partir de esa captación de movimientos, el periférico hace que no se requieran controles (joysticks) para poder jugar los videojuegos creados para este sistema.
El Kinect, más el juego "Kinect Adventures", se puede conseguir en los Estados Unidos por unos u$s 150.
En los mercados internacionales, se presume que podrá adquirirse a partir del próximo 10 de noviembre.
¿Qué se necesita para poder jugar con Kinect?
Una consola Xbox 360.
¿Por qué tanto revuelo con este lanzamiento?
Básicamente, porque la expectativa era mucha. Desde 2009, cuando Microsoft decidió promocionar el proyecto beta del Kinect, durante la popular feria E3 de videojuegos realizada en Los Angeles, sabía que iba a dar un fuerte golpe de efecto.
En aquella oportunidad, bajo el nombre “Project Natal , Microsoft dejó con la boca abierta a los gamers presentes y puso una luz de alarma entre sus competidores, sabiendo que este nuevo periférico revolucionaría la industria.
Luego del furor que causó la Wii, de Nintendo, el resto de las compañías entendieron que debían dar un giro en torno a incrementar las chances de jugabilidad con vistas al futuro.
Mientras Nintendo siguió buscando la forma de mejorar su exitosa Wii, Sony decidió crear un mecanismo propio y lanzó el PlayStation Move en septiembre pasado.
Ahora, con Kinect en el mercado, la pelea por asegurarse el liderazgo de los videojuegos virtuales, que abren sin duda la puerta a una nueva generación de consolas, promete ser más fuerte que nunca.










