El presidente ejecutivo del Grupo Globo, Jorge Nóbrega, defendió la regulación de Internet como forma de evitar eventos como el de la venta de datos de los usuarios de Facebook a la consultora política Cambridge Analytica.
"Creo que vivimos hasta hoy en un mundo que cree que nada en Internet tiene que ser regulado, que regular internet es malo, es ir contra el progreso y contra el futuro. Y no es verdad. Tenemos que encontrar formas de regulación que sean adecuadas para este mundo. Y estamos en el momento de empezar a generar esa conciencia, esa legislación", dijo.
Nóbrega dice que afortunadamente el mundo comienza a discutir posibles regulaciones para las redes sociales. Y citó a Alemania como pionera -ya que el año pasado aprobó una ley para restringir el discurso de odio y contenidos ilegales y ofensivos en internet-. Para el ejecutivo, la discusión en Brasil es bienvenida.
"Las empresas de internet alegan que funcionan como meras plataformas, que no son productoras de contenido, sino que sólo hospedan usuarios y que, por lo tanto, no tienen responsabilidades. Abusan de la idea de que Internet debe ser un territorio libre, sin leyes ni reglas y se apoyan en la ingenuidad de quien lee y comparte en esa red social. Afortunadamente, parece que el mundo comienza a comprender esos abusos y entender la amenaza real a la que la sociedad está sujeta con el uso de esas prácticas", afirma.
También considera la "hiperexplotación de la privacidad" y el fenómeno de las "fake news" como "efectos colaterales" del uso de las redes sociales. Según dice, el diálogo dentro de la sociedad está siendo "extremadamente perjudicado" por la polarización de opiniones, que a su vez es estimulada por la propagación de noticias falsas y los "discursos segmentados o por afinidades" (el llamado efecto burbuja) en las redes sociales.
Quiero dejar claro el gran valor de las herramientas digitales y de las redes sociales para todos nosotros. Es imposible renunciar a las comodidades y la interacción que ellas nos propician. Pero es como la diferencia entre remedio y veneno. Todo depende de la dosis y la forma de usar", dijo.
Explicó que el fenómeno de las "fake news" no son una novedad, pero que la velocidad de la circulación de información en Internet, sin ningún tipo de curaduría, potenció la propagación de la desinformación. "El antídoto más eficaz para contrarrestar las distorsiones es el periodismo de calidad, basado en el chequeo de los hechos, en la práctica de oír el contradictorio y en la búsqueda de exención", señaló.