

"Citando a Einstein: para obtener resultados distintos, hay que hacer cosas distintas". Esa es la conclusión del analista de la UAI, Max Colodro, ante los magros resultados arrojados por la última encuesta GFK Adimark de agosto y que arrojó 24% de apoyo a la gestión de la mandataria y 72% de desaprobación.
Diversas son las causas que, según analistas consultados por DF, explican la sostenida caída de la adhesión ciudadana: exceso de expectativas, incertidumbre, indefinición, inconsistencia y un mal manejo del actual vocero de Gobierno, Marcelo Díaz.
¿Posibilidad de repunte? Sólo si de forma certera y convincente la mandataria logra cambiar el rumbo de las reformas y acercarse a las verdaderas preocupaciones de los ciudadanos.
"El gobierno está enfrentado un crisis de expectativas muy profunda. Las reformas planteadas de algún modo no se han visto cumplidas y generaron muchas incertidumbre", sostiene Colodro. El analista cree que el factor económico se está transformando en algo central ante una "caída de la inversión el empleo y una creciente inflación".
"La Presidenta debería hacer lo que hizo en su primer gobierno, donde su estrategia era muy de calle y de contacto directo con la ciudadanía", sostiene el académico de la UDP, Mauricio Morales.
Pero, sin aludir directamente a la encuesta, Bachelet asegura que el camino de las reformas no tiene freno: "En la vida hay que seguir adelante, sin importar los cálculos mezquinos de unos pocos ni los rumores infundado", dijo, agregando que el programa continuará, y en especial la reforma educacional.
No obstante, su ministro del Interior, Jorge Burgos, admitió que la encuesta "es una mala radiografía" que representa un desafío para mejorar.













