

El presidente del BCE, Mario Draghi, confirmó hoy los planes de la institución monetaria de comprar activos titulizados y bonos garantizados en los mercados para combatir la baja inflación e impulsar la recuperación en la eurozona. Incluso puso fecha: la adquisición de activos comenzará en octubre.
Draghi, que dio una conferencia después de que el BCE anunciara por sorpresa un recorte del precio oficial del dinero hasta un histórico 0,05%, dio el puntapié de salida a su plan estímulo, que consistirá en la compra de activos titulizados y bonos garantizados.
Asimismo, señaló que esos activos podrán ser tanto del sector privado como del público y precisó que el programa contempla la compra de titulizaciones ya existentes y nuevas y también de cédulas inmobiliarias.
Aunque el mercado especulaba con la posibilidad de que dicho programa de compra de activos se pospusiera hasta 2015, le pedían que lo implementará ya. Draghi recogió el guante y anunció hoy que la compra de deuda comenzará ya el mes que viene, en octubre.
“El Eurosistema comprará una amplia cartera de ABS simples y transparentes”, afirmó Draghi, quien añadió que “las intervenciones comenzarán en octubre de 2014”, y que éstas tendrán un “considerable impacto” en el balance de la entidad, aunque aplazó hasta la reunión del próximo mes los detalles.
Respecto a la baja del precio del dinero, el presidente del BCE aseguró que “hemos tocado suelo en los tipos de interés”, añadiendo a continuación que la decisión de recortar la tasa oficial quiere “garantizar que no hay más malentendidos” sobre dónde estaba el límite.
Más presión para la banca
El BCE estableció además la facilidad de depósito en el -0,20%, frente al -0,10% anterior, y redujo la facilidad marginal de crédito, por la que presta dinero a los bancos durante un día, en 10 puntos básicos hasta el 0,30%, con efectos a partir del 10 de septiembre.
Con la rebaja de la facilidad de depósito, Draghi presiona todavía más a la banca para liberar el dinero que mantienen depositado en la institución (actualmente 23.950 millones y un exceso de reservas superior a los 100.000 millones.
Débil recuperación
Draghi, quien afirmó que la decisión de recurrir a instrumentos no convencionales se tomó por unanimidad en el seno del consejo de la institución (no así la del recorte de tasas, donde hubo discrepancias), la justificó por la debilidad de los precios en la zona euro y de la recuperación económica, que según Draghi se está viendo afectada por los elevados niveles de desempleo y por la tendencia decreciente en la concesión de créditos.
En este contexto, el presidente del BCE aludió al estancamiento del crecimiento en la zona euro durante el segundo trimestre y anticipó que los indicadores de confianza apuntan incluso a una menor dinámica en el tercer trimestre.
Según Draghi, aunque el dato de PIB del segundo trimestre “reflejó parcialmente factores extraordinarios, fue más flojo de lo esperado.
Con respecto al tercer trimestre, los datos de sondeos disponibles hasta agosto indican una pérdida en el ritmo de crecimiento cíclico que sigue siendo coherente con una expansión moderada‘.
Alejar la amenaza de la deflación
Draghi confía en que las medidas anunciadas hoy contribuyan a combatir la debilidad de los precios y acercarlos al objetivo del 2%, aunque reconoció que la inflación podría seguir siendo baja durante los próximos meses. Asimismo, señaló que simplificarán la concesión de créditos, lo que debería ayudar a aumentar el flujo de financiación hacia la economía.
No obstante, insistió en la necesidad de que los gobiernos de los países de la zona euro continúen con las reformas estructurales, al tiempo que insinuó que existe margen para ampliar los estímulos fiscales en la zona euro para incentivar el crecimiento, aunque ello supeditado a no rebasar los límites marcados en el Pacto de Estabilidad.
Dos horas antes de la conferencia de Draghi, la agencia de noticias Reuters anticipaba que el plan de compra de activos del BCE podría alcanzar hasta los 500.000 millones de euros.
El presidente de la autoridad monetaria no confirmó esta cifra, señalando que a priori es muy difícil cuantificar un programa de estas características, pero reconoció que se barajan algunas cifras. En todo caso, emplazó a la próxima reunión del BCE, el 2 de octubre, para desvelar más detalles sobre los planes de estímulo.













