Roy Raymond era un californiano que sentía mucho pudor cada vez que entraba a una lencería a comprar ropa para regalar a su mujer. Tanta incomodidad disparó un negocio: intuyó que había un espacio comercial para crear lencería femenina de buen gusto y con un ambiente en el que el hombre no se sintiera "un extraño".

Con la idea bien clara, consiguió 40 mil dólares de su suegro y 40 mil de un crédito bancario y en 1977 abrió su primer local en un shopping de Palo Alto, en California. Lo llamó Victoria's en honor a la reina Victoria y al refinamiento del siglo 19.

En cinco años abrió 3 tiendas más en la Bahía de San Francisco, pero las finanzas no se comportaban como esperaba.

En 1982 conoció a Leslie Wexner, un empresario que poseía 200 locales de venta de ropa deportiva femenina y una fortuna de 50 millones de dólares.