

Nada es nuevo respecto a lo que pasa con el precio del pan. Simplemente nos tenemos que remontar a lo que viene pasando desde hace por lo menos siete años con todo lo que tiene que ver con el trigo, su producción, su comercialización, y obviamente todos los problemas en su cadena de valor. Este tema, creo, lo he escrito en muchas de mis notas, innumerables veces, y parece que el tiempo no pasara. A los de mi edad, les diría que vayamos al túnel del tiempo y le preguntemos a Tony & Douglas sobre qué pasaba hace varios años con el tema del trigo y nos dirán lo mismo que vamos a repetir ahora. Con un solo agregado. Ahora, estamos peor aún. Desde que desde la Secretaría de Comercio Interior, comenzaron las trabas a las exportaciones (dicho en criollo, las trabas a una normal comercialización) con la excusa de asegurar la provisión de alimentos para la mesa de los argentinos, nada mejoró, muy por el contrario. Si nos ponemos a cuantificar solamente los millones de dólares que se perdieron por no poder exportar en los momentos de mejores precios internacionales, y más aún, cuando los países demandantes necesitaban de nuestros granos, la cifra nos haría por lo menos lagrimear. Ni que hablar respecto a los precios que tiene el trigo desde hace por lo menos cuatro meses. Las autoridades que toman las decisiones, deberían saber, o por lo menos pensar y evaluar, que las oportunidades que nosotros no aprovechamos, las toman otros países. Nosotros no estamos insertos en el mundo como deberíamos, pero TODOS los países de nuestra región (salvo Venezuela obviamente, nuestro gran socio) sí lo están. El mundo nos espera (todo tiene un límite) con los brazos abiertos para integrarnos de una vez por todas en serio, y nosotros por alguna razón que no termino de entender de verdad cual es (me debo estar poniendo viejo ya, porque me cuesta interpretar las cosas cuando no son demasiado lógicas) no lo hacemos. Alguna vez alguien dirá en números lo que perdimos en esta década ganada según el Gobierno. Lo cierto es que como en tantos temas en nuestra Agroindustria, con el trigo y su cadena estamos en problemas desde hace años, y ahora más aún con este tema del pan. Los productores NO son los responsables del actual precio del pan, ni son formadores de precios. Ni siquiera el valor del trigo tiene incidencia significativa sobre el pan. La incidencia del trigo en el costo de la harina es del 75%, y la incidencia de la harina en el pan es del 15%. El costo del trigo en el pan es desde siempre alrededor del 10%. El productor recibe por su trigo $2.30 kg mientras el kilo del pan para el consumidor está entre $18-$21 promedio, es decir 9,2 veces más. La brecha existente entre la materia prima y el producto en góndola es de 800%, si, leyeron bien!!! Con este panorama, ¿creemos de verdad que las medidas de estos últimos días mejorarán la situación? Los productores no tienen 1 kilo de trigo para vender. Y si lo tienen, es porque no siguen los precios récord de este cereal. NUNCA en la historia el trigo tuvo el precio que tiene desde hace más de 50 días. Es obvio que la crisis triguera continuará; se sembrará en la zona núcleo NO + de 3,9 MM de has. (de hecho ya se sembró más del 68% de la superficie estimada) la menor superficie desde hace 100 años. Pero no nos confundamos tampoco: El precio de trigo que se calcula para Ene´14 es de U$S/tn 194, nada motivante, respecto a lo que pasa estos días y el aumento de la superficie de este año simplemente se debe a que has. Que el año anterior habían pasado a Cebada, vuelven a trigo por la mala performance del cultivo en la última campaña; nada tiene que ver el Fideicomiso del trigo, que fracasó completamente, por la desconfianza de los productores con el Gobierno. El Gobierno Nacional vuelve a cometer por 7 (séptimo) año los mismos errores (cupos exportables, ROEs, cierre de exportaciones, retenciones, incumplimiento de precios de FAS teóricos, fuerte presión fiscal); ya con las retenciones el productor le está entregando al Gobierno las toneladas de trigo requeridas para abastecer gratis el mercado interno, toda la población argentina. El sector no cree en las promesas del Ejecutivo y lo demuestra con la nueva siembra. NUNCA se cumplió con los anuncios del Programa Trigo Plus, los reintegros (mal llamados subsidios) que nunca llegan ni llegaron, y las trabas a la comercialización siguen y siguen. Brasil otra vez le compró trigo a Canadá y Rusia a precios altos; otro negocio que perdimos. Tampoco los productores creen en la devolución de las retenciones prometidas, (a más de 2 meses del anuncio, todavía no se instrumentó el tema del Fideicomiso) y TODOS se preguntan si no hubiera sido más fácil y simple eliminar las retenciones (ilusos nosotros de pensar eso, y menos en un año eleccionario). Creo que a esta altura de los acontecimientos, los argentinos estamos asistiendo a un gran fracaso general (y van...) de acciones (o mejor dicho de inacciones) como otras tantas de las que vivió el sector Agroindustrial. En lugar de buscar trigo debajo de las alfombras, o como dijo un amigo y colega, pasamos del Fideicomiso del Trigo al Decomiso del Trigo en un par de meses, y en el medio recibimos consejos de cómo amasar su propio pan para evitar comprarlo a precios altos, deberíamos estar pensando en hacer las cosas seriamente, y no dejando pasar las enormes oportunidades que todavía están y pueden ser tomadas.
Es triste saber que hoy sembramos menos trigo que hace 100 años, porque no hay medidas que motiven a hacerlo. Eso no es pensar en una Argentina grande. Si yo fuera productor, esperaría de mi Gobierno que me dejara vender mi trigo al mejor precio, en un mercado de libre competencia y comercialización permanente, cuando yo quiera, a quien quiera; porque amasar es fácil, y hay gente que lo hace mejor.
La solución no es intentar bajar algún precio con un acuerdo momentáneo sino tener reglas claras de largo plazo, algo que no solo el sector triguero reclama sino todo el sector agroindustrial.










