La vacunación tiene un impacto directo en la sostenibilidad del sistema de salud alrededor del mundo. Es que, al disminuir internaciones y reducir la demanda de atención compleja, libera recursos que pueden destinarse a tecnología, desarrollo científico y programas de prevención. Ese es el enfoque que destaca Sanofi, que combina producción local, innovación y un modelo de prevención para todas las etapas de la vida.

“Alrededor de 500 millones de personas por año reciben vacunas de esta unidad en el mundo”, dijo Rocío Bassons, gerente general de Vacunas de Sanofi para el Cono Sur. La biofarmacéutica francesa, presente en más de 60 países, opera dos unidades de negocio: farma —con inmunología, enfermedades poco frecuentes y diabetes— y la división de vacunas, que cuenta con una fábrica en el país.

La planta que Sanofi tiene en Pilar cumple 20 años y es una de las diez instalaciones globales del grupo dedicadas a vacunas. Allí se produce el antígeno de hepatitis B, un componente central que se exporta a Francia y se combina con otros antígenos para fabricar una vacuna capaz de proteger contra seis enfermedades con una sola aplicación. Bassons señaló que esta operación acumuló más de 60 millones de euros en inversión desde su inauguración, lo que permitió actualizaciones tecnológicas, mejoras de capacidad y expansión productiva.

La ejecutiva remarcó que la vacunación no solo tiene impacto sanitario, sino también económico y social. “La vacunación salva vidas y mejora significativamente la calidad de vida”, afirmó. Recordó que, según la OMS, las vacunas —junto con el agua potable— son las intervenciones más efectivas para reducir la mortalidad y las enfermedades infecciosas. Su aporte, dijo, es multidimensional: “Evita complicaciones graves, reduce hospitalizaciones y permite que los sistemas sanitarios liberen recursos para destinarlos a innovación”.

Impacto social

Bassons explicó que la prevención evita gastos asociados a internaciones, tratamientos prolongados y uso intensivo de infraestructura. Ese ahorro puede redirigirse a áreas críticas, como ampliar capacidad instalada, incorporar equipamiento o fortalecer programas de vigilancia epidemiológica. La reducción de la carga de enfermedad también tiene impacto social: “Menos familias pierden días de actividad laboral”.

La compañía avanza además en soluciones innovadoras. Uno de los desarrollos recientes es un anticuerpo monoclonal para prevenir la infección por virus sincicial respiratorio. “Es un gran caso para ver el impacto que tiene la vacunación”, sostuvo la ejecutiva.