

Finalmente, Telefónica confirmó ayer sus intenciones de asumir el poder total de Telecom Italia a través de un proceso que tendrá varios tramos y que culminará en 2014, cuando el holding español quede como único accionista de Telco, la sociedad que hoy controla el capital de su rival italiana. Concretamente, la operación le permitirá a Telefónica, que ya es el mayor accionista de Telecom Italia, duplicar su participación y dominar su directorio.
Esta transacción tendrá un fuerte impacto en Argentina, al punto que el Gobierno anunció ayer que analizará sus implicancias para evitar que el cambio accionario en Telecom Italia termine creando en el país una empresa monopólica en el sector de las telecomunicaciones.
Si bien el desembarco de Telefónica de España en el capital de Telecom Italia se concretó en 2007, ayer el holding que preside César Alierta oficializó un plan para incrementar su participación accionaria hasta llevarla al 64,9% en enero de 2014. El plan consta de tres etapas. La primera le permite a Telefónica aportar 323 millones de euros en efectivo para obtener acciones sin derecho de voto. Es decir, no ampliará su capital en Telco, sociedad que controla el 22,4% de Telecom Italia y que integra con los bancos Mediobanca e Intesa Sanpaolo, y la aseguradora Generali. Con ese aporte, Telefónica sí incrementará su participación económica en Telco al 66%. En el segundo tramo, el aporte llegará a 117 millones de euros y la participación económica de Telefónica en Telco sube al 70%. En los dos casos, el dinero será utilizado para reducir deuda de Telecom Italia. Y el último tramo, que se fijó para enero de 2014, le permitirá convertir esas acciones y alcanzar una participación en el capital con derecho de voto de Telco de 64,9%. Es decir, en 2014 Telefónica de España será dueña de Telecom Italia.
De todos modos, la operación europea está condicionada a la opinión de los entes reguladores de Argentina y Brasil debido a que en ambos países las filiales de Telefónica y Telecom compiten por los mismos servicios. Por eso, en el comunicado que envió a los organismos bursátiles de los países en donde opera, el grupo español aclara que su plan debe tener el visto bueno de los gobiernos de Cristina Fernández y Dilma Roussef. Hasta entonces sus derechos de votos se mantendrán.
Telefónica de España ya es accionista de Telecom Argentina desde 2007, cuando ingresó al capital de Telecom Italia que a su vez es dueña del 68% de Sofora Telecomunicaciones. El restante 32% está en manos de la familia Werthein. En tanto, Sofora controla Nortel Inversora que, a su vez es propietaria de 54,4% de Telecom Argentina y otro 45,23% se distribuye en oferta pública.
Por eso, en el caso local el Gobierno teme que la operación europea ponga en riesgo el compromiso asumido por ambos grupos en octubre de 2010 para evitar prácticas de monopolio en el país teniendo en cuenta que compiten en el mismo sector. El acuerdo, que está vigente, los obligó a adoptar medidas para separar sus negocios locales. También determinó que Telco no puede formar parte de la toma de decisiones de Telecom Argentina. El objetivo del convenio fue evitar un virtual monopolio por parte de Telefónica.
Para resguardar este convenio, ayer el Ministerio de Planificación Federal que comanda Julio De Vido ordenó a la Secretaría de Comunicaciones (Secom) y a la Comisión Nacional de Comunicaciones (CNC) analizar la operación europea. También le pidió a la Comisión Nacional de Defensa de la Competencia (CNDC), que establezca si los cambios accionarios vulneran los compromisos de Telefónica y Telecom en Argentina. Cualquier modificación del esquema de participación societaria podría vulnerar ese acuerdo, por lo que el Estado Nacional debería revisar su participación en el mismo, ante la posibilidad de que se afecten sus intereses y en pos de evitar una posible integración monopólica en nuestro país, advirtió el comunicado de Planificación Federal.













