

El grupo norteamericano Caesars Entertainment, anunció la quiebra de su filial principal, Caesars Entertainment Operating (CEOC), que gestiona el reconocido casino Caesars Palace de Las Vegas, entre otros establecimientos. El grupo, que acarreaba problemas financieros, comunicó su decisión de acogerse al Capítulo 11 en los Estados Unidos, e iniciar un proceso voluntario de reestructuración de un pasivo que ronda los u$s 10.000 millones.
El grupo indicó en un comunicado que, pese al mal momento, y amparándose en la ley estadounidense de quiebras, podrá seguir operando sus 44 casinos y complejos hoteleros.
En esta situación mucho tuvo que ver el fondo buitre Elliott Management, de Paul Singer. Los acreedores de la empresa, Elliott y Appaloosa, bloquearon todo tipo de reestructuración que permitiera al conglomerado recomponer su negocio y salir adelante.
Así, le fue imposible cumplir con los pagos y se desataron los pedidos de cobro de los CDS por un total de 1680 millones de dólares.
Caesars Entertainment, incluso, sostuvo que "Elliott parece buscar que la empresa llegue a un default antes de que pueda sobrevivir y seguir creciendo".
Creado en 1937 en Reno, Nevada, al oeste de los Estados Unidos, el grupo Caesars Entertainment fue absorbido en 2008 por los fondos Apollo y TPG en 2008. Se trata de dos grupos inversores en capitales de riesgo con sede en los Estados Unidos. El primero logró un fuerte crecimiento en el sistema financiero español.
Desde que ingresaron a Caesars Entertainment, la actividad de entretenimiento cayó, tras el estallido de la crisis financiera que afectó los bolsillos de los jugadores estadounidenses.
Otros casinos del grupo, ubicados en Atlantic City sufrieron la perdiera de la ciudad como centro monopólico de los juegos de azar en la costa noreste de Estados Unidos. Algunas de sus salas cerraron, como el Showboat de Caesars Entertainment, el verano pasado.
Un hecho que sumó problemas fue que el grupo no logró una licencia para operar en Macao, en China, la capital mundial de los casinos, en donde sus rivales Las Vegas Sands, Wynn Resorts o MGM Resorts International tienen actividades florecientes, como en Singapur, donde Caesars Entertainment tampoco tiene presencia.
En noviembre pasado, el grupo informó que sus ingresos provenientes de los juegos de azar cayeron 3,2% en los nueve primeros meses del año y que sus pérdidas totales ascendían a u$s 1.760 millones en el período.
El plan prevé que Caesars Entertainment reduzca su deuda a u$s 8.600 millones, lo que redundará también en un menor pago de intereses.
Según un comunicado emitido por el grupo, esta acción es parte de un plan para retomar el pago a acreedores y reducir su deuda a largo plazo, en un plan que fue aprobado por un 80% de acreedores preferenciales.













