Perseverancia, agallas y liderar con el ejemplo son las palabras que definen al empresario Carlos Miguens, presidente del Grupo Miguens, quien, en la edición número 12 del evento en el que El Cronista, la revista Apertura y la consultora PwC reconocen anualmente a la trayectoria como CEO.

Tras recibir el galardón, Miguens destacó que se enorgullece de no haber tomado atajos ni haberse ido "a la banquina" durante sus años como empresario, en un país donde muchos lo hacen. El ex presidente de Quilmes señaló, además, que los empresarios empezaron a vivir con privilegios y dijo que es algo inadmisible con los niveles de pobreza que tiene la Argentina.

"La Argentina no fue fácil para el sector empresario. Pero no podemos decir que no tenemos nada que ver con su fracaso. Tengo la esperanza de que con las nuevas generaciones lleguen un sector empresario más dinámico, serio, honesto y sin privilegios. No puede haber pobreza con estos niveles y empresarios o sindicalistas privilegiados", agregó.

El empresario fue, además, presidente de Cervecería y Maltería Quilmes, ocupó cargos directivos en las sociedades del Grupo Bemberg durante 25 años, y es cofundador y vicepresidente de la Asociación Empresaria Argentina (AEA), la organización de empresarios más grande del país, que representa a 70 de las mayores compañías que operan en el mercado local.

Su carrera como empresario incluye, además, participaciones en varias empresas argentinas, como Patagonia Gold, MB Holding, la citrícola San Miguel y la generadora de energía eléctrica Central Puerto.

Miguens destacó cómo sus raíces le sirvieron para convertirse en gran empresario: "El hecho de haber podido compartir mucho tiempo con mi abuelo (N.d.R.: Otto Bemberg, nieto del homónimo fundador de Quilmes) me sirvió como guía para aprender cómo comportarme en el mundo de los negocios. Mucho más en la Argentina, donde los atajos y las banquinas están en el orden del día y hay un sector empresarial que ha vivido con una enorme cantidad de privilegios".

"Nuestro grupo siempre se mantuvo en una línea de conducta, que es la que les trato de trasladar siempre a mis hijos. No vamos a hacer cosas raras". Los valores, los principios y la forma de hacer negocios de forma correcta es, según Miguens, "el valor fundamental que necesita hoy en día la Argentina", apuntó.

Uno de los grandes recuerdos en su enorme trayectoria fue la venta de Quilmes: "Fue algo muy traumático porque me tocó a mí, como presidente de la compañía, firmar el certificado de defunción de una empresa que había sido argentina por muchas generaciones, de nuestra familia. Los negocios familiares, generalmente, no duran tanto tiempo porque, de generación en generación, hay tanta gente con intereses tan dispersos, con accionistas que viven en distintos países, diferentes realidades económicas, que hace que sea muy difícil mantener todo".

La cerveza Quilmes dejó de ser de la familia en abril de 2006. Fue el grupo belga-brasileño InBev, dueño también de Brahma, quien adquirió la totalidad de las acciones de la empresa que permanecían en manos de los descendientes del fundador de la cervecera, Otto Bemberg, a cambio de u$s 1200 millones.

Respecto a la diversificación de sus negocios, dijo: "Muchas cosas ocurren mientras uno no se da cuenta. Yo viajaba a Chile y al lado siempre había un canadiense o americano que también iba al país vecino a trabajar. Yo creo en Dios y no podía creer que hubiera oro, cobre y litio de un lado de la Cordillera y no del otro".

Entonces, recordó: "Contraté a un geólogo y hoy tenemos producción de oro en Santa Cruz, donde hacemos lingotes, tenemos proyectos en varias provincias de la Patagonia. A pesar de que hay varias dificultades, generamos mano de obra, trabajo y exportaciones"

En el caso de San Miguel, comentó: "Se dio la oportunidad de comprar una compañía de limones hace 20 años y tuvimos la posibilidad de diversificar lo que la Argentina sabe hacer muy bien, que es agroindustria con miras a la exportación. Nosotros no hacemos satélites, aunque puede que algún día lleguemos, pero, nuestro fuerte, es la industria con sesgo exportador".

Saber escuchar y tener la sensibilidad de darse cuenta de lo que le pasa a la gente que nos rodea, ya sea familia o colaboradores. Esa es la frase que define al empresario. "La trayectoria que tengo se dio gracias a los equipos que me acompañan hoy y que me acompañaron en el pasado. De otra manera hubiera sido imposible, porque la base está en conformar grupos humanos con denominadores comunes que empujen para un mismo lado".