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A pocos días de anunciar que el debut de su nuevo ferry China Zorrilla volverá a postergarse, la Justicia obligó a Buquebus a indemnizar a más de 1200 pasajeros por un viaje entre Buenos Aires y Colonia que en 2013 llegó con una demora mayor a la prevista. El monto base fijado para cada usuario es de $ 10.000, cifra que se actualizará con intereses y con la diferencia entre la tarifa de un buque rápido y uno lento. El caso estuvo más de una década en trámite y se suma a otros reclamos vinculados a demoras, reprogramaciones y cambios de servicio que se vienen planteando en los últimos años.

Al mismo tiempo, regresó a la agenda oficial el proyecto para construir un puente que una la Argentina y Uruguay por vía terrestre. Las constructoras Sors S.A. y Luis Losi S.A. acercaron este año al Ministerio de Economía un plan para avanzar con una obra de 38 kilómetros, que demandaría una inversión estimada de u$s 310 millones y un plazo de ejecución de cuatro años.

El fallo

El viaje que dio origen a la causa partió desde el puerto de Buenos Aires rumbo a Colonia y debía llegar dos horas más tarde, pero terminó demorándose más de lo previsto. Esa situación generó reclamos que, con el tiempo, derivaron en una causa iniciada por la asociación Consumidores Libres en representación de los pasajeros. En total, más de 1200 personas formaron parte del proceso, que se extendió durante más de una década.

La Justicia ordenó que cada usuario reciba $ 10.000, un monto que deberá actualizarse con intereses y con la diferencia entre la tarifa del servicio rápido y la del servicio lento vigente en ese momento. La resolución también reconoce el tiempo perdido y las molestias ocasionadas por la demora.

En los últimos años, se registraron otros episodios que desembocaron en nuevos reclamos, según los registros del sitio tuQuejaSuma.com. En 2023, por ejemplo, una falla en el motor del Francisco obligó a modificar el itinerario hacia Montevideo y a completar el viaje en Colonia. Ese antecedente se suma al caso en el que la Cámara Civil y Comercial Federal aplicó el Convenio de Montreal para ordenar un resarcimiento económico. También se denunciaron cambios de horario, reprogramaciones sobre la marcha y dificultades para gestionar devoluciones cuando los servicios no se prestaron según lo contratado.

La situación se vio acompañada por el retraso en la incorporación del China Zorrilla, el ferry eléctrico en el que Buquebus invertirá cerca de u$s 170 millones. Según la empresa, esta nueva incorporación prevé realizar más viajes cortos en horas pico y mantener la ruta tradicional en horarios de menor demanda.

La embarcación -que operará entre Buenos Aires y Colonia y forma parte de un plan que incluye la ampliación de la base en Puerto Madero- estaba prevista para debutar antes de fin de año. Ahora, la compañía estima que comenzará a operar en el primer trimestre de 2026. Buquebus no respondió a la consulta de este medio sobre las razones de la reprogramación.

El puente regresa a la escena y reactiva un debate histórico

El proyecto para construir un puente que conecte Argentina y Uruguay reapareció este año en el Ministerio de Economía, a partir de la presentación de las constructoras Sors S.A. y Luis Losi S.A. La iniciativa retoma la idea impulsada a fines de los años noventa durante las gestiones de Carlos Menem y Julio María Sanguinetti, cuando se desarrollaron estudios preliminares para una traza de 38 kilómetros, con una altura pensada para permitir el paso de buques de gran porte y la posibilidad de incorporar una vía ferroviaria. La obra demandaría una inversión estimada de u$s 310 millones y un plazo de ejecución de cuatro años.

El puente reduciría alrededor de 150 kilómetros la distancia entre Buenos Aires y Montevideo, y cerca de 215 kilómetros entre Buenos Aires y Colonia. Ese acortamiento impactaría en los tiempos de viaje y en la circulación de personas y carga entre ambos países.

La reaparición del proyecto podría afectar directamente a la empresa, ya que Buquebus domina el mayor movimiento de pasajeros entre Buenos Aires, Colonia y Montevideo y depende casi por completo de los servicios fluviales.

Si bien el análisis del puente permanece en una etapa temprana, el Ministerio debe revisar los materiales técnicos existentes, determinar si requieren actualizaciones y definir los pasos necesarios para que la iniciativa pueda avanzar, algo que también dependerá de acuerdos bilaterales y de la disponibilidad de financiamiento.