Por lo que representa en el mercado, se trata de una de las operaciones más importantes del año. La angloholandesa Shell comunicó ayer la venta de sus activos en Downstream a la firma brasileña Raízen por u$s 950 millones, aunque mantendrá la marca y la calidad en sus estaciones de servicio.

Después de casi dos años de negociaciones formales, Shell Argentina queda en manos del joint venture que estableció en 2011 con el grupo brasileño Cosan, con el que comparte Raízen Combustíveis, que se quedará con la refinería de Dock Sud, unas 645 estaciones de servicio, LPG, los negocios de combustibles marítimos, combustibles de aviación, asfaltos, químicos y lubricantes, así como las actividades de suministro y distribución en el país.

Así establecido, quedaron afuera del proceso ilustres competidores como la petrolera estatal argentina YPF, la privada Pluspetrol, la gigante holandesa Trafigura, la china Petrochina y el grupo chileno Luksic, entre otros. Sus ofertas no vinculantes también rondaban los entre u$s 800 millones y u$s 1000 millones.

"Mediante un acuerdo de licencia de marca, Raízen seguirá usando la marca Shell, que permitirá a los clientes continuar teniendo acceso a los productos y servicios de calidad, que han caracterizado a nuestra marca en sus más de 100 años en el país", informó la compañía que es propiedad de la Royal Dutch y de British Petroleum.

Asimismo, Shell mantendrá sus operaciones en el Upstream, donde apuestan a Vaca Muerta. "La compañía ve un gran potencial de crecimiento a largo plazo en los no convencionales del país", afirmaron.

La empresa prometió en 2017 inversiones anuales por u$s 300 millones durante cuatro años en todas sus operaciones (Upstream y Downstream). Al menos la mitad corresponden a la etapa de exploración y producción de hidrocarburos, mientras que del resto se encargará ahora Raízen.

Shell opera en Vaca Muerta cuatro áreas: Sierras Blancas, Águila Mora, Cruz de Lorena y Coirón Amargo Sudoeste. También se asoció el año pasado con YPF para Bajada de Añelo.

Se trata de un cambio histórico para la firma, que durante muchos años estuvo fuera del mercado productor, para concentrarse exclusivamente en la refinación y comercialización. Con los nuevos tiempos del sector y la decisión estratégica de los directivos globales de Shell de desinvertir u$s 30.000 millones en todo el mundo, la angloholandesa estará presente en Argentina únicamente en el Upstream.

El proceso de revisión había comenzado en agosto de 2016 y el acuerdo con Raízen "es el resultado de un proceso de licitación competitiva y se espera que la venta finalice este año". "Asimismo, ofrece la oportunidad de consolidar una asociación regional entre Shell y el Grupo Cosan", añade el comunicado.

Shell Argentina es dirigida por Teófilo Lacroze, que asumió en 2015 tras el largo paso como CEO de Juan José Aranguren, actual ministro de Energía y uno de los empresarios que más se enfrentó al kirchnerismo durante una década. La empresa recientemente vendida tiene casi el 20% de participación en el mercado de la comercialización de combustibles líquidos, como naftas y gasoil. Posee 2500 empleados en Argentina y vende 6300 millones de litros de combustibles por año.